_
_
_
_

Guardias civiles, de paisano, dispararon cuando fueron agredidos

Sobre las cinco de la mañana de ayer eran puestos en libertad por la Guardia Civil los cuatro jóvenes que habían sido detenidos en Santurce a última hora de la tarde del viernes, en el transcurso de una manifestación en la que una mujer de cuarenta y seis años, Begoña Menchaca, resultó muerta por un disparo de pistola. Durante la mañana de ayer la tensión era palpable en las calles de esta población vizcaína que vive las vísperas de sus fiestas patronales. Trabajadores de tres empresas se personaron por la mañana en el Ayuntamiento para pedir responsabilidades por los hechos y la aplicación de la justicia a los posibles culpables. Sobre las tres de la tarde, varios grupos de personas obligaron a cerrar los bares de la calle de Capitán Mendizábal, escenario del grave incidente.

El lugar en el que cayó muerta Begoña Menchaca, conocida por el apodo de «Normi», había sido vallado para que nadie pisase su sangre, que previamente se había cubierto con unas paletadas de serrín. En medio de las vallas, unas flores honraban su memoria.Para protestar por su muerte se manifestaron también ayer, sobre la una de la tarde, varios centenares de personas en la cercana localidad de Algorta. Los manifestantes, que llevaban una bandera vasca, se disolvieron una hora después sin que interviniesen las fuerzas del orden.

Diversas organizaciones ilegales habían convocado ayer tarde una nueva manifestación de solidaridad en Santurce, sin que llegara a celebrarse, dada la ostensible presencia de las brigadas antidisturbios, que obligaban a circular en cuanto se reunía cualquier pequeño grupo.

Los funerales por Begoña Menchaca, madre de tres hijos, de los que el mayor se encuentra cumpliendo el servicio militar, se celebrarán mañana en Santurce. Mientras se extiende el propósito de celebrar en el pueblo una jornada de luto, los dos heridos por arma de fuego mejoran de sus lesiones sin que su estado inspire ningún temor.

Comunicado oficial

Transcurridas ya veinticuatro horas desde que se produjeron estos hechos, no se han aclarado todavía definitivamente las circunstancias iniciales que originaron el enfrentamiento. La Dirección General de Coordinación Informativa hizo pública sobre las 2.30 de la madrugada de ayer, la siguiente nota:

«Fuentes autorizadas informan que a las 21 horas de ayer, viernes, en Santurce, a la salida de una asamblea celebrada en Mamariga se formó una manifestación de más de mil personas, que portaban una pancarta y varias banderas separatistas. Profirieron gritos subversivos, dirigiéndose hacia los lugares y localidades frecuentados por un numerosísimo público que celebraba el tradicional Día de la Sardina.

Advertidas las fuerzas públicas, hicieron acto de presencia con cuatro vehículos «Land Rover», ante cuya presencia se dispersaron los manifestantes, procediéndose a la detención de cuatro de ellos, ayudados por dos guardias civiles de paisano que prestaban servicio en dicho lugar.

Retirada la Guardia Civil con los detenidos y apercibiéndose los manifestantes de la presencia de los dos guardias civiles citados, se reagruparon, instigando y acorralando a los mismos, quienes, para defenderse y abrirse paso entre los atacantes, se vieron obligados a efectuar varios disparos, refugiándose rápidamente, acosados por los manifestantes, en el cuartel de la Policía Municipal.

Ha resultado muerta doña Begoña Menchaca Gonzalo, de cuarenta y seis años, y heridos de poca consideración José Unamuno Pinedo y Sebastián Peña Fernández ambos vecinos de esta localidad. También ha resultado herido el guardia civil agredido.»

La versión de varios testigos

Declaraciones de varios testigos presenciales de los hechos coinciden, por otra parte, en la versión siguiente:

Después del acto pro-amnistía, celebrado en la iglesia Virgen del Mar, del barrio santurzano de Mamariga, con intervención de cuatro ex presidiarios políticos y un antiguo exiliado, unas mil quinientas personas salieron en manifestación a la calle poco después de las nueve de la noche, con una pancarta y varias banderas vascas.

Cuando la manifestación llegó a la altura del bar Sierra, tres jeeps de la Guardia Civil ascendieron por esta misma calle hasta llegar casi a la altura de los manifestantes, deteniéndose cerca del número 19. En este momento se produjo una cierta confusión y desaparecieron los portadores de las banderas Precisamente en el bar Sierra entraron dos manifestantes con una de ellas. Tres jóvenes que se encontraban en el interior, con la vestimenta clásica de los pescadores, les pidieron que les entregasen la bandera, que ellos se encargarían de guardarla. Acto seguido les sacaron del bar a punta de pistola y los condujeron hasta uno de los jeeps de la Guardia Civil.

Los tres jóvenes vestidos de pescadores -uno de ellos fue identificado como un guardia civil adscrito al cuartel de Santurce- se dirigieron a continuación al bar Oslo, en cuyas inmediaciones fueron increpados a duramente por los manifestantes. En este momento sonaron varios disparos y una mujer cayó al suelo, muerta en el acto, con una bala que le había penetrado por la zona superior de la región nasal.

Los tres huyeron calle Mendizábal arriba, perseguidos por varios grupos, contra los que abrieron fuego nuevamente, alcanzando a otras dos personas. Durante la persecución les arrojaron piedras y cajas de pescado desde algunas ventanas. Finalmente, consiguieron refugiarse en un portal, cuyos cristales aparecerían rotos más tarde.

Varios centenares de personas se reagruparon poco después, dirigiéndose al Ayuntamiento, donde colocaron una pancarta con huellas de sangre. Mientras arreciaban los gritos, varios grupos se dirigieron a la calle Capitán Mendizábal para cerrar bares y cines.

Después de las diez de la noche, los manifestantes que permanecían sentados frente al Ayuntamiento formaron varias barricadas con vehículos ante la presencia de la brigada antidisturbios. Una vez que las fuerzas de orden público deshicieron las barricadas, la manifestación se disolvió sin que se produjeran nuevos incidentes.

A primeras horas de ayer tarde se practicó la autopsia a Begoña Menchaca. Aunque no se ha facilitado ninguna información oficial al respecto, ha trascendido que la fallecida tenía un único orificio en la región nasal y que la bala se había alojado en el cerebro. Parece ser que se encontraba totalmente aplastada, lo que hace pensar que el disparo que le produjo la muerte pudo alcanzarle de rebote. Se trata de una bala de calibre 9 milímetros largo.

Sobre los hechos ocurridos en Santurce instruye diligencias un comandante de la Guardia Civil.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_