Los autopatronos del taxi piden su separación de los empresarios

Un escrito en el que se trata como tema principal la necesidad de que se separen los obreros autónomos y los empresarios de la industria del taxi fue enviado el pasado día 5 al vicesecretario de Ordenación Económica.La carta, firmada por un grupo de obreros autónomos, expone varios puntos que afectan no sólo a reivindicaciones de carácter social sino también jurídicas y de representación.

Según los firmantes, las luchas de los autónomos se centran principalmente en cuestiones sociales y humanas mientras las empresas sólo se preocupan de aspectos económicos «motivo por el cual se está haciendo del taxi una industria de verdaderos esclavos».

Esta diferencia de intereses se une con la hegemonía de los empresarios en los cargos directivos, hegemonía que deja a los obreros «ante el más desconsolador de los desamparos». «Se boicotea de una manera descarada cualquier medida que venga a favorecer al obrero autónomo». Los autopatronos exponen seguidamente su opinión sobre la última Asamblea que se celebró y en la que se discutió la aprobación de una medida, considerada «antijurídica» por los obreros, consistente en el permiso para conducir taxis con carnés de 2ª categoría. « Esto iría en perjuicio del verdadero profesional ya que se incrementaría de una forma alarmante la mano de obra barata».

Otro de los puntos tratados sin contar con estos obreros, que forman en la actualidad el 83% de los que ejercen la profesión, y quieren acogerse a la ley de Régimen Laboral, fue el de los días de libranza.

Según esta ley les correspondía día y medio semanal y no un descanso cada diez días «como trató de implantar el actual presidente con su forma de informar a la Asamblea».

«Los representantes de la pequeña empresa, únicos que nos podrían representar, son más capitalistas que la grande y mediana empresa ya que para ellos el taxi es una segunda fuente de ingresos». Los obreros autónomos ante esta falta de representatividad, solicitan «la separación inmediata» y una serie de reuniones con el delegado provincial y con el ministro de Relaciones Sindicales para informarles de la situación que los obreros califican de «lamentable».

Por último, piden autorización para poder celebrar una Asamblea de autónomos en la que se pueda informar de la separación solicitada. Este escrito continúa una serie de conversaciones que los obreros autónomos comenzaron días después de la Asamblea que autopatronos y empresarios celebraron, y a la que no asistieron los asalariados a pesar de las peticiones de los autopatronos del taxi para que se permitiera la entrada a estos trabajadores «como parte importante del sector». Los asalariados, por su parte, se reunieron el jueves para tratar temas que van desde el convenio colectivo hasta el número de licencias dadas por el Ayuntamiento.

El convenio, que según una resolución de la Delegación Provincial de Trabajo del 3 de junio de este año, alcanza la cantidad de 370 pesetas como sueldo base, un 15% hasta 1.800 pesetas de recaudación y un 30% a partir de esta cantidad, fue denunciado por los trabajadores ya que con respecto al convenio anterior se da la circunstancia de que pierden cinco pesetas.

Esta disminución fue denunciada en su día por los mismos autopatronos que pidieron la asistencia de los trabajadores asalariados a la Asamblea General. Y que también apoyaron la solicitud hecha por éstos de que se cumpla el artículo 17 de la ley de Transportes Ligeros.

Según este artículo por cada licencia que conceda de «canje» el Ayuntamiento a los gran turismo deberá dar tres licencias a los asalariados y podrá quedarse con una «para libre disposición».

Esta ley, que fue aprobada en el año 1964 y modificada seis años después, al parecer no se cumple en la actualidad.

Otros temas tratados en la Asamblea fueron los turnos de trabajo que serían, el primero, de las siete de la mañana a las tres de la tarde y el segundo que abarcaría de las dos de la tarde a las diez de la noche.

Por último y después de aprobar la misma regla sobre el día de libranza que propusieron los autopatronos, se decidió crear una ayuda voluntaria que ayude a los compañeros que lo necesiten y la posición frente a los empresarios, plasmada en no trabajar más de las ocho horas reglamentarias.