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"Hay que restablecer la confianza del empresario"

La falta de unidad fue la característica más acusada del coloquio sobre Alternativas económicas en un contexto democrático, expuestas por partidos de la oposición. Mientras Izquierda Democrática propugnaba nacionalizaciones, el Partido Comunista hablaba de la «alianza con ciertas clases burguesas» en una primera etapa.Luis Larroque, de Izquierda Democrática, señaló los grandes temas económicos de su grupo: 1) Democratizar la planificación para que sea perfectamente vinculante, y no indicativa. Ello requiere definir el sector público y el privado y abordar una reforma fiscal en profundidad. 2) Conseguir un fuerte control político del crédito de la banca, como primer paso para la nacionalización. 3) Regionalizar las Cajs de Ahorro. 4) Reforma agraria, llevando a cabo una redistribución de la propiedad de la tierra.

Larroque señaló que la meta final del proceso económico de ID es la autogestión. La cogestión se aplicaría a aquellas empresas que están vinculadas al sector público.

Laureano Lázaro, del PCC, expuso los objetivos del colectivo de Economía que trabaja dentro del Círculo de Estudios e Investigaciones Sociales, SA, organizador de los coloquios. Dada la situación actual, en primer lugar hay que consolidar una etapa de democracia politicosocial. «Un Gobierno provisional está cada vez más al alcance de la mano», dijo Lázaro. El Gobierno provisional no podrá enderezar la crisis, sin reformas políticas auténticas. La ruptura en economía es, por tanto, inevitable..

Las transformaciones estructurales tienen que llevarse a cabo por la voluntad democrática popular. De ahí que las primeras actuaciones del PC no serán nacionalizaciones y grandes reformas estructurales».

Las medidas deben contar con un amplio consenso de todas las fuerzas políticas y sociales. Es necesario establecer la confianza del empresariado, la confianza en la derecha económica. Este fue el punto más criticado por otro de los participantes en el coloquio, el economista Juan Muñoz, como representante de la línea independiente («Yo me autocalificaría como anticapitalista»). «¿Por qué contentar a la burguesía?, ¿por qué no tener enemigos?» repuso enérgicamente Juan Muñoz. Hay que conocer el grado de control político y económico que tiene la minoría y en España este poder de control es abrumador. Las 35 primeras sociedades anónimas del país poseen el 36 por 100 del capital, desembolsado por el resto de las sociedades. En 1973, este porcentaje ascendió al 43 por 100. Por tanto, hay que conocer cómo está organizado el enemigo y el intenso control que los grandes bancos y el capitaltranjero ejercen sobre estas empresas.

Lázaro contestó a la critica de Muñoz diciendo que era la correlación de fuerzas reales la que determinaba la estrategia de cada momento.

Carlos Berzosa, representante del PC, explicó la democracia político social como etapa intermedia antes de llegar al socialismo. La alianza entre clase obrera, campesina e intelectuales con ciertas clases burguesas y el aprovechamiento de las contradicciones que ello implica; elevar el nivel de vida de la clase trabajadora con una seguridad social eficiente, controlada por los propios trabajadores; eliminar los privilegios y beneficios de los grandes monopolios; terminar con la separación entre el trabajo de la tierra y la propiedad, para constituir formas de explotación cooperativas.

Joaquín Leguina, representante de Reconstrucción Socialista, desmitificó la idea de la confianza en las medidas técnicas. «No existen medidas neutras. Siempre favorecen a unas clases y perjudican a otras». Las alternativas económicas dependerán en última instancia de las alternativas políticas del Gobierno.

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