El desfase de las ponderaciones del coste de la vida no supone sobrevaloración

Frente a la nota aclaratoria de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, facilitada el pasado día 1, en la que se matizaba la tasa de inflación del mes de mayo, facilitada días antes por el Instituto Nacional de Estadística, medio centenar de estadísticos facultativos y técnicos adscritos a esta entidad, han elaborado un documento que aclara y matiza la nota del Gobierno.Destacamos los aspectos más importantes de la nota:

«Es bien conocido, y así ha sido señalado públicamente por los estadísticos, que las ponderaciones atribuidas a los diferentes artículos integrantes de la llamada cesta de la compra, están desfasadas, ya que desde su implantación para 1968, los esquemas de consumo han variado de forma importante; sin embargo, lo que en ningún caso se puede afirmar es que este desfase tienda a sobrevalorar el índice. Es cierto que las fuertes subidas experimentadas en los últimos meses por algunos artículos alimenticios como el pan o las patatas, han supuesto un impacto sobre el índice superior al que se hubiera dado con las ponderaciones actualizadas, ya que estos artículos han perdido peso dentro del presupuesto del consumidor. Sin embargo, no es menos cierto que bienes que también han experimentado muy fuertes subidas tienen una ponderación muy baja dentro del índice actual. En tal caso, se encuentran bienes y servicios como la gasolina, cuya ponderación actual es una cuarta parte de la real; la adquisición de vehículos de transporte urbano etcétera. Sin entrar en el tema de las viviendas en propiedad que no se incluyen en el índice actual.

Por lo que respecta al caso del pan al que se viene atribuyendo la mayor parte de las subidas del índice -incluso de las experimentadas en el primer cuatrimestre, aun cuando el alza de su precio no se había reflejado todavía en el índice-, no deja de sorprender que de forma oficial y por razones exclusivamente políticas, se admitan ahora denuncias que la opinión pública venía haciendo en torno al fraude de los pesos y la inexistencia real de las piezas obligatorias. Fue esta situación irregular claramente tolerada, la que impidió entonces que el índice recogiera las subidas que se estaban produciendo.

Se ha dicho que se puede estimar, fuera del proceso estadístico de elaboración del índice mediante ajuste de las ponderaciones, subidas muy inferiores a las estimadas por el INE. Esto sólo podría sostenerse si el ajuste de las ponderaciones afectara a todos los artículos del índice y no sólo a aquellos que actúan de forma alcista. Este ajuste global sólo puede realizarlo el INE con la información de que dispone para implantar un nuevo sistema. Por ello es arriesgado proporcionar contra-cifras de inflación mediante las cuales se ha llegado a afirmar que la subida real del coste de la vida hasta junio es inferior al 8 por 100, en lugar del 11,9 por 100. Pensamos, por último, que una información clara y completa de la opinión pública sobre el índice del coste de la vida, o sobre cualquier otro tema, exige la consideración de todos los aspectos y no sólo de aquellos que actúan en un solo sentido».