Especial atención a los problemas económicos en el Consejo de Ministros

La crisis abierta en la cabeza del Gobierno tras el cese del presidente Arias no impidió que el consejo extraordinario de ministros celebrado ayer bajo la presidencia del teniente general Fernando de Santiago, se ocupara de uno de los temas más preocupantes de la actual situación, el económico, y aprobara un verdadero torrente de medidas, pendientes la mayor parte de ellas desde hacía tiempo.A pesar de su escasa duración -tres horas- el Gabinete acordó -entre otras medidas importantes, elevar a las Cortes el programa de inversiones públicas para 1977; presentar un programa económico a medio plazo para el trienio 1977-79; editar el Libro Blanco de la Reforma Fiscal; convocar un concurso para la concesión de la autopista Alicante-Madrid y adoptar una serie de medidas para paliar los efectos ocasionados por la sequía.

El Gobierno estudió también las líneas generales de un plan para combatir la inflación, a través de una acción, inmediata sobre los precios y de una congruente política monetaria y presupuestaria y adoptó una serie de medidas tendentes todas ellas a obtener un ahorro del consumo energético.

Dadas las especiales circunstancias de este último Consejo del primer Gobierno de la Monarquía, no hubo rueda de prensa tras la referencia del Consejo, limitándose el ministro Martín Gamero a leer una declaración en la que dijo, entre otras cosas, «creo haber demostrado mi propósito en favorecer una libre y responsable información».

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