Los peces acusan negativamente las tormentas

Las tormentas han cambiado por completo el panorama piscícola en la península. Si bien una vez descartada el agua de las nubes el momento de pesca es óptimo, antes es inútil intentar engañar al pez. Sólo la trucha tiene un comportamiento que favorece que acuda al cebo antes de una tormenta.Hay peces eminentemente veraniegos, casos de la carpa black-bass y tenca, pero el ambiente bochornoso los retrae notableménte. Por las mañanas, cuando aún la atmósfera no se encuentra excesivamente cargada, pican bien, pero cuando las nubes comienzan a cubrir el cielo dejan de dar vestigios de vida.

Los atardeceres, si ya descargó la tormenta, son excelentes para proseguir la pesca con óptimos resultados, siempre que, no se trate de una zona demasiado baja, pues ahí las aguas quedan turbias. También es el momento apropiado para pescar el lucio, pez amante de las aguas frescas, que permanece en verano en estado un tanto de ostracismo.

La trucha, en cambio, difiere en su comportamiento del resto de los peces. Los días tormentosos, generalmente, entra vorazmente a cualquier cebo sin la precaución que la caracteriza. También, las menos veces, se comporta de manera totalmente opuesta. Se las ve en el río, pero no entran al cebo de ninguna manera.

El concurso de San Pedro

El pasado martes se celebró en el lago de la Casa de Campo el III Concurso de San Pedro, organizado por la Sociedad de Pescadores «Cañistas de Carabanchel" Participaron 248 pescadores y se disputaron 50 trofeos. Félix Arenas, de San Blas y Julián Muñoz, d e Piscis, recibieron trofeos por la pieza mayor, una carpa de 5,650, kilos y otra de 4,600 respectivamente. Los premios al peso total fueron para Longino Velasco, de San Blas, con 11,350; Miguel Castellanos, de Cañistas de Carabanchel, con 4,600 y 7 Coloma Gallego, con 4,400.