Gran expectación tras el cese de Arias

Una gran expectación política recorre todos los ámbitos de la vida nacional tras el relevo de Carlos Arias en la presidencia del Gobierno.El presidente Arias cesó ayer en su cargo, después de haber mantenido un despacho con el Rey en el palacio de Oriente, a mediodía. Hoy se celebrará un Consejo de Ministros presidido por el titular interino, general De Santiago. Cinco nombres se dan en los círculos políticos como posibles nuevos presidentes del Gobierno: José María de Areilza, actual titular de la cartera de Exteriores; Torcuato Fernández-Miranda, presidente de las Cortes; Manuel Fraga, ministro de la Gobernación, y los tenientes generales Gutiérrez Mellado, jefe del Estado Mayor Central y Vega, Capitán General de Madrid. A las nueve de la noche se levantó un Consejo de Ministros extraordinario que, con carácter urgente, convocó el señor Arias para dar a conocer la noticia a los miembros de su Gabinete. Por su parte, el Consejo del Reino se reunió ayer por la tarde -constitucionalmente, el más alto órgano consultivo- de la nación debe darse por enterado del cese de un presidente del Gobierno y su presidente, Torcuato Fernández Miranda visitó posteriormente al Rey en el palacio de La Zarzuela. Carlos Arias, de 67 años de edad, fue presidente del Gobierno, primero con Franco y después con el Rey, desde enero de 1974.

Todos los indicios hacen suponer que el cese del presidente Arias fue decidido ayer, con sorpresa del interesado. El señor Arias despachó por la mañana en su despacho oficial de la Castellana con algunos miembros de su Gabinete, entre ellos el titular de Información y Turismo, señor Martín Gamero, y no parecía afrontar ninguna gestión trascendental.Llamado a despachar con el Rey al palacio de Oriente, el presidente del Gobierno acudió al mediodía y departió con don Juan Carlos durante veinticinco minutos. Allí se planteó la conveniencia de la dimisión.

El señor Arias, tras su audiencia real, almorzó con el ex ministro de la Gobernación señor García Hemández hombre de su confianza en el anterior equipo ministerial y con el consejero nacional Carlos Pinilla Touriño. Parece que les comunicó el contenido sustancial de su conversación con el Rey.

Mientras tanto, desde Presidencia, a partir de las dos de la tarde, se convocaba a los ministros a una reunión del Gobierno. Ningún miembro del Gabinete conocía el motivo de la convocatoria, y, según ha podido saber EL PAIS a través de diversos departamentos ministeriales, tampoco sabían la decisión del Rey.

A las 18.21 horas de la tarde, un despacho urgente de la agencia Europa Press, titulado «No oficial: el presidente Arias Navarro ha dimitido», abrió un caudal de rumores, cábalas y especulaciones. Las demás agencias, y la propia Europa Press, fueron añadiendo posteriormente detalles sobre algo que, en principio, se presentaba cautamente como una dimisión y que, en realidad, ha de interpretarse como un cese.

Se abre ahora toda suerte de especulación sobre el posible sustituto del señor Arias al frente del Gobierno del Rey. Los señores Areilza, Fernández Miranda, Fraga, Gutiérrez Mellado y Vega Rodríguez -tres civiles y dos militares parecen contar con las máximas posibilidades.

El teniente general Gutiérrez Mellado, cuyo nombramiento como jefe del Estado Mayor Central ha aparecido justamente ayer en el Boletín Oficial del Estado, fue recibido, por la tarde, en el palacio de La Zarzuela, por el Rey.

Para esta tarde, a las cinco está anunciada una reunión del Consejo del Reino, organismo que tiene atribuida, entre otras competencias, la de proponer una terna de nombres al Rey para que el Soberano elija entre ella un nuevo presidente del Gobierno.

Hasta el nombramiento de nuevo residente, los miembros del Gabinete anterior siguen en el ejercicio de sus funciones y, en calidad de tales, se reunirán en Consejo de Ministros a las diez de la mañana de hoy, en la sede de la Presidencia del Gobierno, presididos por el vicepresidente de Asuntos para la Defensa, teniente general De Santiago, quien automáticamente asume la presidencia interina, según prevé la Ley Orgánica del Estado en su artículo dieciséis.