Unificación de Comisiones Obreras en el País Vasco
Las dos estructuras organizativas que Comisiones Obreras tenía en el País Vasco (CECO y COE) anunciaron ayer en Bilbao su autodisolución para constituir un organismo unitario que adopta el nombre de Comisiones Obreras de Euzkadi (COE). Culmina así el proceso de unificación abierto en San Sebastián el pasado 5 de julio, por representantes de ambos grupos. La creación de estas dos organizaciones paralelas se remonta a finales de 1974 y se materializó en el transcurso del pasado año con la adopción de siglas diferenciadas. En el manifiesto de unificación se hace referencia expresa a la necesidad de salvar esta división que tantas veces se ha utilizado contra el movimiento obrero.El proceso de unidad se ha acelerado con vistas a la asamblea general de Comisiones Obreras, aunque los responsables aseguran que no se ha caído en ninguna precipitación, y «la unidad y la práctica unitaria han sido constantes en las huelgas y acciones obreras».
En el seno de CECO el resultado de las votaciones en torno al manifiesto ha sido bastante apretado, «aunque esto puede resultar engañoso -dicen-, ya que la unificación era un sentir generalizado, pero había discrepancias en torno a algunos puntos concretos».
El manifiesto en el que se anuncia la creación de COE, como única estructura de Comisiones Obreras, en el País Vasco, pasa revista a la trayectoria de este movimiento desde su creación en la década de los sesenta, y, tras expresar su vocación de unidad las dos ramas asumen las siguientes opciones:
1. Reconocimiento de Coordinación Democrática, como alternativa unitaria de la -Oposición. Precisamente este punto fue el que planteó más dificultades en el seno de CECO.
2. Apoyo a la formación de una plataforma que agrupe a todas las fuerzas de la oposición vasca. Se acepta en este sentido la validez del gobierno vasco y sus instituciones, «siempre que recoja en su seno al conjunto de las fuerzas políticas de Euzkadi».
3. Participación en las instancias políticas unitarias para conseguir la amnistía, las libertades democráticas y un estatuto de autonomía. Tras la aceptación de estas bases mínimas se anuncia el comienzo del proceso de unificación a nivel de base, lo que conducirá, con la mayor urgencia posible a la creación de unos cuadros representativos únicos. Las Comisiones Obreras de Navarra se integran también a partir de ahora en la COE, dejando bien sentado que «esta medida organizativa no significa menoscabo alguno al soberano derecho que asiste al pueblo navarro para decidir, libre y democráticamente, sobre su presencia plena en el área de Euzkadi».
El manifiesto de unificación termina reafirmando la presencia de COE en la Coordinación de Organizaciones Sindicales, como experiencia de un gran valor para un futuro de unidad sindical.
