Raimon: "No se debe tomar a los cantantes por líderes políticos"
"Yo no aspiro a gobernar nada"
La urgencia de la noticia, la acumulación de suspensiones, prohibiciones y censuras han marcado la carrera de Raimon y, a veces, han dejado en segundo término su dimensión como cantante y como estudioso de la canción popular. Ahora, Raimon ha pasado por Madrid con cierta tranquilidad y sus comentarios van encaminados a clarificar y ordenar ideas sobre un mundo en ebullición, propicio a la confusión y a las malas interpretaciones.
Esta vez Raimon ha venido sin su guitarra a cuestas. Se trata de un viaje promocional, de toma de contactos, sin la inseguridad de una, siempre improbable, actuación a la vuelta de la esquina. Raimon es noticia y trae noticias: un libro recopilando sus canciones acaba de ser editado con los textos bilingües y con las partituras de sus canciones más famosas. Su disco, grabado en directo durante su último recital en el Pabellón de Deportes del Real Madrid, está proporcionando a los aficionados a la canción popular el testimonio excepcional de una actuación que venía a romper ocho años de silencio en la capital donde residen las entidades y organismos que le han impuesto y aún le siguen imponiendo un silencio forzoso que se rompe de vez en cuando.-Me resulta imposible trabajar con un mínimo de seguridad, y en los últimos meses he vivido momentos de gran tensión. A finales de julio haré un paréntesis para preparar nuevos temas de cara al invierno próximo.
Hasta entonces, dos fechas importantes en la dilatada, aunque azarosa, carrera del cantante de Xátiva.
-Por fin he conseguido los permisos correspondientes para actuar en Valencia, en el campo de fútbol del Levante, el próximo día 3 de julio. Parece ser tambíen que el día 11 se celebrará en Barcelona el festival de Cançon del món per a un poble, con la participación, de Pete Seeger, Leo Ferré, José Alfonso, Isabel y Angel Parra, Llach y mía.
Hasta el momento sigo teniendo numerosos problemas; no he podido actuar en Barcelona porque el Gobierno Civil deniega los permisos para que cante en salas con más de mil quinientas localidades de aforo. Tampoco he podido actuar en Galicia, País Vasco, Tarragona, Alicante y Castellón de la Plana. No parece que las cosas hayan cambiado mucho en este sentido.
Recital
¿En el terreno discográfico ha tenido problemas con la edición del disco del recital de Madrid?
-Hemos tenido que suprimir una de las canciones Contra la por (Contra el miedo) y algunos de los gritos del público.
-¿Qué supuso para usted la prohibición del resto de las actuaciones que tenía previstas en Madrid?
-Cantar un día en Madrid fue una experiencia muy interesante, pero con las prohibiciones se me cortó de cuajo el poder ir a otro tipo de locales, barrios, centros culturales, etc.
-¿Qué experiencias obtuvo de su intervención en el FestivaI de los Pueblos Ibéricos?
-Fue verdaderamente impresionante. Lo más interesante para mí fue comprobar el cambio de sensibilidad en el público en cuanto a las nacionalidades. Creo que han desaparecido totalmente los prejuicios y las discriminaciones que antes existían.
-A raíz de su experiencia en este festival y de otras experiencias, ¿cómo juzga el momento actual de la canción Popular?
-Es un momento excepcional en el que a los jóvenes cantantes se les presenta una gran esperanza y una gran posibilidad de proyección. Aunque tengo ciertos temores de que ésta avalancha de circunstancias actuales acaben por devorar a mucha gente. Cuando esta avalancha pase, la canción quedará en sus justos límites. En estos momentos se está colocando en segundo término la cuestión artística en función de su intencionalidad.
-¿Cúal es su postura con respecto a la política y la canción?
-Creo que tengo las cosas muy claras en este sentido. Soy un cantante político en cuanto mis canciones reflejan unas inquietudes y unos problemas colectivos, esto ya indica un determinado tipo de actividad política, pero no significa que vaya a cantar un programa de terminado. No tomemos a los cantantes como líderes políticos; yo no aspiro a gobernar nada ni a nadie; sólo quiero expresarme con libertad.
-En sus canciones ha utilizado una serie de palabras que ya se han hecho clásicas en su obra y que se han identificado con unas determinadas circunstancias políticas, palabras como noche o silencio.
-En efecto, pero hay que considerar que cuando utilizo la palabra silencio no me estoy refiriendo, únicamente a un silencio, impuesto ahora o hace algún tiempo; hablo de un silencio secular, un silencio que ha afectado a nuestra cultura popular desde el siglo XII. De esta cultura y de esta historia sólo tenemos la versión que nos han proporcionado las clases dominantes. Creo que ahora, y a través de partidos políticos verdaderamente representativos de las clases populares, este silencio dará paso a una realidad distinta.
-¿Cómo ve posible la evolución, dentro de la canción popular?
-Creo que existe una vanguardia que se ha desconectado y ha descuidado su contacto con las clases populares; ciertas investigaciones sobre el lenguaje musical van a parar, de momento, a unas minorías culturizadas. Creo que es importante evolucionar sin desconectarse, investigar sin alejarse del pueblo.,
-Sin embargo, existe, por ejemplo, dentro del campo del rock, una experimentación que es aceptada y comprendida por una mayoría de jóvenes. ¿Cómo interpreta esto?
-Esta es una cuestión que tiene aspectos muy variados. El rock es un lenguaje musical específicamente anglosajón. Para mí, hablar de rock español es como hablar de flamenco alemán. Existen una serie de elementos del rock, una cierta sensibilidad que sí, ha calado entre nosostros, pero esto no es rock español. Habría que llamarlo de otra forma.
-¿Cree que su obra en particular y la de la, nova canço en general, ha calado con profundidad en las clases populares?
-Cuando nosotros comenzamos a cantar, allá por los años 62 y 63, tuvimos que inventarnos el oficio. Decidimos no actuar en salas de fiestas o cabarets, que eran los únicos lugares donde teóricamente se podía actuar. Poco a poco fuimos creando una red nueva. Hoy día ninguno de nosotros existiría sin el apoyo de las clases populares o, al menos, el apoyo de un movimiento obrero inquieto y organizado.
Babelia
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