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Tenis

Wimbledon, una institución inglesa

El torneo internacional de Wimbledon cumplirá el próximo año su primer centenario. Hace medio siglo, una española, la más importante deportista que ha dado nuestro país, Lilí Alvarez, llegó por vez primera a la final de estos campeonatos considerados como los campeonatos del mundo sobre hierba. Lilí Alvarez fue tres veces consecutivas, 1926, 27 y 28 aspirante al título inglés, pero L. A. Godfree, en una ocasión y H. Wills, en dos, le privaron del éxito definitivo. Ya por entonces, Manuel Alonso había llegado a ser el tercer jugador al haber alcanzado el partido anterior a la Challenge Round, sistema que permitía al ganador de un año disputar sólo el encuentro final y que fue abolido con posterioridad. Gomá, Flaquer y Maier serían también triunfadores y finalmente, Manolo Santana, en 1966, se convirtió en el único que ha ganado el torneo grande.

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Los campeonatos internacionales de Inglaterra, el torneo de mayor prestigio en el mundo, reúne cada año a las mejores raquetas del momento. Wimbledon es toda una institución inglesa. Wimbledon es como un recinto sagrado en el que toman asiento los mejores aficionados del mundo y en donde el mejor, recibe más aplausos aunque derrote a un británico. Wimbledon es el torneo que convierte en monstruos sagrados a quienes el primer sábado de julio reciben el trofeo de campeones de manos de una persona de la familia real.Wimbledon es un complejo de una veintena de pistas de hierba en las que simultáneamente se juegan los torneos de individuales masculinos, individuales femeninos, dobles masculinos, dobles femeninos, dobles mixtos, el Plate para los que han sido derrotados en las primeras rondas y el junior. En este último torneo solamente un español ha ocupado la atención del público: Manuel Orantes, subcampeón en 1966 y campeón al año siguiente.

Wimbledon es un torneo protocolario en el que tienen cabida Y respeto los viejos campeones, en el que todos los jugadores disponen de coche oficial para ir a su residencia y en el que todo está tan pulcramente organizado, que antes de que se inicien los partidos, los jueces reciben especial instrucción y entrenamiento.

Wimbledon es un ir y venir de gentes de una pista a otra para no perderse detalle de cuanto sucede. De una pista a otra hay tiempo, para tomar el té con pastas, saludar a Pancho González, si se deja, comprobar cómo una pareja compuesta por Pancho Segura y Alex Olmedo es capaz de aguantar durante toda una jornada un encuentro de dobles entre veteranos y ver finalmente, junto a la puerta principal, largas colas de aficionados dispuestos a pasar la noche al raso para obtener un boleto para las jornadas decisivas.

Wimbledon tiene además un espíritu clasista para establecer el orden de los encuentros y las pistas en-las que se han de desarrollar. Para muchos tenistas, el mayor honor obtenido ha sido poder actuar, al menos una vez, en la pista central.

Los campeones

El primer campeón de Wimbledon que logró más de tres títulos fue W. Renshaw que ganó ocho entre 1881 y 1889. Cuatro de las veces batió a un hermano suyo y fue destronado por Hamilton en 1890. Seis finales seguidas jugó Badeley aunque sólo pudo ser campeón en la mitad de las finales. De 1897 a 1906, se produjo el dominio de los Doherty. R. R. Doherty, venció en cuatro ocasiones y H. L. Doherty en cinco consecutivas.

El primer campeón histórico fue Tilden una de las figuras más sobresalientes del tenis mundial de todos los tiempos, que fue el primer sportman de los años veinte. Tilden, campeón en 1920 y 21 recuperó la supremacía en 1930. En medio de los tres títulos se produjo la racha francesa en la que Borotra, Cochet y Lacoste, dominaron el tenis mundial, incluida la Copa Davis. Fred Perry, Donald-Budge y Kramer, fue el trío más estimado por el público londinense hasta la época en que los australianos se convirtieron, prácticamente, en los dueños absolutos de Wimbledon. El público londinense tuvo durante algunos años un ídolo singularísimo, el apátrida Joroslav Drobny. Drobny sorprendió con su juego y aunque fue finalista en 1949 y 1952, no pudo ser campeón hasta 1954. La imagen de Drobny, jugador con gafas, de carita redonda y bondadosa, caló profundamente en el público británico.

En 1953, Vic Seixas derrotó en la final a Kurt Nielssen y hasta el momento en que Santana se proclamó campeón, ningún otro europeo accedió a la final. Kurt Nielssen que fue posteriormente entrenador del equipo español de Copa Davis, dio paso al predominio absoluto de australianos y norteamericanos. En medio sólo hubo la excepción del peruano Alex Olmedo, aunque por aquél entonces, también formaba parte del equipo estadounidense de Copa Davis. Desde 1954, en que ganó Drobny a hoy, solamente han sido campeones otros dos europeos; Santana y el checo Kodes, y solamente han podido ser finalistas, el alemán Bungert en 1967, el rumano Nastase en 1972 y el georgiano Metreveli en 1973. Justamente en esta ocasión hubo final europea, caso realmente sorprendente en estos tiempos.

Uno de los hechos más singulares lo ha protagonizado el australiano Ken Rossewall, que ha jugado cuatro finales y no ha podido ganar ninguna. Rosewall disputó la primera en 1954, con Drobny y volvió a jugar en 1974.

El tenis español además de Lilí Alvarez, Manuel Alonso y Santana, consiguió estar presente a la hora de los aplausos por medio del conde de Gomá y de Flaquer, finalistas de dobles en 1923. El primer campeón fue Enrique Maier que ganó junto a miss Ryan el torneo de dobles mixtos en 1932.

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