Tony Byrne,
esta muchacha en flor de 20 años, embellece aún más su sonrisa, si es que ello es posible, con la sortija que aquí exhibe: un diamante dorado, rodeado de dieciséis piedras menores. Valor de todo esto, descontado naturalmente el impagable de la muchacha: 100.000 libras esterlinas.
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