El banderillero De la Riva, herido grave

Las broncas más gloriosas que se recuerdan en la plaza de toros de Granada se las ganó el domingo a pulso, ¿quién iba a ser?, Curro Romero. Todo empezó por un incidente de auténtica mala suerte, que acarreó graves consecuencias a ese gran peón que es Curro de la Riva. El señor Romero estaba más bien desganado cuando sonó el clarín que anunciaba el último tercio del toro que abrió plaza. Cansino, indicó a sus peones que se lo acercaran -esperaba Curro Romero, planta erguida, junto a tablas- y cuando ya lo tenía cerca, que lo arrimaran más a la barrera. Curro de la Riva lo hizo así, pero apuró demasiado sus capotazos y cuando, perseguido de cerca, quiso guarecerse en el burladero, el toro le prendió por un muslo. La cornada, de doce centímetros, que bordea el fémur y ocasiona destrozos en el tensor de la fascia, es de pronóstico grave.Puede decirse, con escasos márgenes para el error, que Curro Romero ya no levantó cabeza, ni en este toro ni en el otro. Trasteos a la defensiva constituyeron su labor, mientras el público se indignaba más y más, y hubo quienes hasta lanzaron al ruedo objetos contundentes. En la misma corrida, el Viti cortó oreja en cada uno de sus toros, y una José Mar¡ Manzanares dé su segundo.

El otro torero de las broncas, ese gitano de nombre Rafael de Paula, ocurre que tiene un mes de junio fastuoso y, de broncas, nada. Antes bien, en Algeciras, tuvo leve división de opiniones en un toro y dio la vuelta al ruedo en otro, pese a que escuchó un aviso. En cambio a Miguelin, que toreaba en su tierra, ni le valió la ventaja de contar con el paisanaje, que le abroncó en su lote. Palomo fue el triunfador: cortó una oreja. El ganado era de Manuel Camacho.

No hubo otros acontecimientos dé especial interés en la jornada del domingo. Pero si seguimos la pista de los toreros que interesan a la afición en estos momentos, debemos decir que Gabriel Puerta cortó tres orejas a toros del conde de la Maza, en Figueras; que Luis de Aragua obtuvo una en Tomelloso con ganado de García Romero; que Alfonso Galán sólo estuvo discreto en la Maestranza de Sevilla, frente a ganado de Hidalgo hermanos y que Justo, Benítez, en su reaparición en Zaragoza después de una cornada grave, dio sendas vueltas al ruedo tras estoquear dos novillos de Guardiola.