La cooperación hispano-marroquí, deseada e inevitable
El teniente general Fernando de Santiago y Díaz de Mendivil, vicepresidente del Gobierno para Asuntos de la Defensa, ofreció ayer, en la residencia del embajador de España en Rabat, un almuerzo en honor del primer ministro marroquí, Ahmed Osman.
Asistieron al almuerzo varios ministros del Gobierno de Hassan lI, así como el embajador de España en la capital marroquí, Manuel Alabart, y el de Marruecos en España, Abdellatif Filali. En los brindis, el vicepresidente del Gobierno español y el primer ministro marroquí se felicitaron por las relaciones existentes entre los dos países. Subrayaron también el espíritu de cooperación que preside estas relaciones, en bien de Marruecos y España y por la paz de la región.
«Por mi condición de soldado -dijo el teniente general De Santiago-, soy realista y yo diría que incluso si Marruecos y España no fuesen países amigos, estarían llamados a entenderse y, por lo tanto, nuestra cooperación en cualquier caso, además de deseada, resultaría inevitable. Marruecos y España juegan, por su vecindad geográfica y por su situación estratégica, un importante papel en una zona focal de gran interés mundial, compartimos por ello una gran responsabilidad, a la que solidariamente debemos hacer frente en el seno de una gran y sincera amistad.»
En su respuesta, el primer ministro marroquí expresó el deseo del Gobierno de Marruecos de intensificar las relaciones con España y brindó por Su Majestad el Rey Juan Carlos y la prosperidad del pueblo español.
Para la noche de ayer estaba prevista una cena ofrecida por el rey de Marruecos, Hassan II, al vicepresidente del Gobierno español que, corno se recordará, inició el martes, con carácter privado, una visita de cinco días de duración, invitado por el monarca alauita.
