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El Ejército sirio se emplea a fondo contra los guerrilleros palestinos

Las demoras en la constitución de los «Cascos Verdes», fuerza mediadora de la Liga Arabe para pacificar el Líbano, se corresponden con los avances militares de los soldados sirios, encaminados, al parecer, a presentar un hecho consumado para cuando se llegue a la mesa de negociaciones. Desde el campo progresista abundan las llamadas a la pronta intervención de los «Cascos Verdes». La coalición islámico-progresista hizo una petición en tal sentido y el líder socialista Kainal Jumblatt pidió «aunque fuesen paracaidistas».

Ningún soldado de los «Cascos Verdes» se encuentra todavía en el Líbano. La fuerza pacificadora aprobada por la Liga Arabe en su conferencia de El Cairo, la semana pasada, no se constituyó aún. Ahmed Iskander, ministro sirio de Información, declaró el pasado día 14 en Damasco que, pese a las informaciones contrarias, ningún soldado de la Liga Arabe entró en el Líbano. Un contingente de libios -agregó- se encuentra en la capital siria, pero las tropas sudanesas, argelinas y sauditas todavía no llegaron allí.Entrevista Riad-Franjieh

El secretario general de la Liga Arabe, Mahmud Riad, llegó ayer a Junieh, al norte de Beirut, donde se entrevistó con el presidente Suleiman Franjieh sobre el envío de la fuerza pacificadora. Riad manifestó posteriormente que los «Cascos Verdes» sólo intervendrían en el Líbano con la autorización de Franjieh.

Calculó Riad que se tardarían diez días en constituir la fuerza de intervención, que constaría de 6.000 a 10.000 hombres.

Numerosas peticiones y gestiones en el campo progresista libanés reclaman la pronta intervención de los «Cascos Verdes», a lo que se oponen firmemente los cristianos derechistas. La coalición islámico-progresista hizo ayer un llamamiento pidiendo el urgente envío de tropas «capaces de oponerse a la matanza y al plan de liquidación organizado por los sirios».

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Kamal Jumblatt, jefe del Partido Social Progresista, pidió a los países de la Liga que enviasen «aunque fuese paracaidistas», sin perder un minuto. Al mismo tiempo, un portavoz sirio hizo saber que su país no aceptaría que entre los «Cascos Verdes» hubiese unidades irakíes o egipcias.

Por su parte, el líder palestino Yasser Arafat salió ayer de El Cairo para Arabia Saudita, después de publicar un llamamiento solicitando voluntarios para reforzar el movimiento guerrillero y ayudarle contra la invasión siria. Arafat visitó Argelia, Libia y Egipto para llamar la atención sobre la política siria en el Líbano e insistir en el reclutamiento de los «Cascos Verdes».

Según Arafat, «la revolución palestina necesita la colaboración de todos los hijos de los países árabes con el fin de hacer frente a la gran conspiración». En una entrevista con el presidente Sadat, el líder de la OLP acusé a Damasco de obstaculizar la pacificación del Líbano por la Liga Arabe.

Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Ismail Falimi, declaró que la política de su Gobierno es de «no dejar salir un solo soldado de Egipto mientras permanezcan sus territorios ocupados, ya que ello supondría un peligro para su seguridad nacional». Añadió el ministro que El Cairo no intervendrá en el Líbano, pese a los llamamientos de Karnal Jumblatt.Mientras tanto, el cuerpo expedicionario de Damasco continúa su avance. Según el diario An Nahar, las principales bases de los guerrilleros palestinos en el Arkub fueron ocupadas por los sirios. El movimiento de los blindados de Damasco parece obedecer a un plan preciso: tomar posiciones militarmente irreversibles antes de que se proceda a la negociación política sobre el Líbano.

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