Crédito del Fondo Monetario a España por 340 millones de dólares

Durante la primera jornada de su visita a Washington, el ministro español de Hacienda, Señor Villar Mir, consiguió la conformidad de principio de los directivos del FMI para el establecimiento de dos mecanismos de financiación exterior: un sistema compensatorio de fluctuaciones de balanza de pagos, que representa una cifra de 200 millones de dólares y una financiación complementaria de 140 millones de dólares. Es decir, una reserva de 340 millones de dólares que el Gobierno no piensa utilizar por ahora pero que constituye un respaldo para la economía española. Se trata en ambos casos de préstamos a cinco años con unos intereses del orden del 6 por 100, que pueden considerarse excelentes en los tiempos actuales.El FMI aceptó la tesis del Gobierno según la cual el deterioro de los saldos por cuenta corriente convierte a nuestro país en un acreedor potencial, aunque las normas del Fondo sólo hablan de compensación para las exportaciones de bienes.

El ministro de Hacienda se entrevistó también con Bill Simon, secretario del Tesoro norteamericano, quien dio su visto bueno a la creación de cuatro grupos de trabajo hispano-norteamericanos, cuyos miembros tendrán que estudiar los problemas de las preferencias generalizadas, el intercambio de productos agrícolas, las relaciones entre Madrid y el «Eximbank» y el sistema de financiación previsto por el tratado de amistad y cooperación con los EE.UU.

En principio, la administración Ford, que se había negado a conceder un trato preferencial a los productos españoles, parece dispuesta a reconsiderar su posición. Los americanos nos han excluido de su lista de países que gozan del sistema preferencias generalizadas, pura y simplemente porque España concede preferencias a la CEE. Sin embargo, los expertos quieren adoptar ahora una posición mucho más flexible. El grupo de trabajo sobre preferencias generalizadas se limitará a estudiar estos días el perjuicio real causado a las exportaciones USA por el acuerdo con Bruselas y, detalle interesante, tanto los americanos como los españoles consideran que sólo hace falta analizar con bastante detenimiento los perjuicios causados a 24 productos clave.