Gran mitin de Otelo en Grandola
Comenzó ayer oficialmente la campaña electoral portuguesa para las elecciones presidenciales, que se celebrarán el día 27 de junio. Sin embargo la ciudad de Lisboa, estuvo paralizada durante toda la mañana a causa del funeral de dos trabajadores de los transportes que fueron salvajemente asesinados hace tres días. La huelga de los transportes colectivos fue total y la paralización se realizó también como protesta contra la ola de delincuencia que padece en estos momentos la capital lusa.Sólo algunos carteles de tres de los candidatos indicaban que las elecciones presidenciales se acercaban. Ramalho Eanes, Octavio Pato y Otelo Saraiva de Carvalho desarrollarán su campaña al modo clásico: carteles, comicios, manifestaciones... El primer ministro Pinheiro de Azevedo, prefiere, sin embargo, otros métodos: ayer por ejemplo, presidió la final de la Copa de fútbol de Portugal entre el Vitoria de Guimaraes y el Boavista de Oporto. El primer ministro ha preguntado si un comicio servirá de algo, intentando disimular la falta el aparato organizativo..
El general Ramalho Eanes empezó la campaña en su ciudad natal, Castelo Branco, con un mitin organizado por su Comisión de Apoyo, en la que participaron socialistas, «pepedistas» y «centristas». Mañana, gracias al avión de que dispone, estará por la mañana en el corazón del Alentejo Norte (Evora) y por la tarde visitará diversas localidades de la región del Algarve.
Por su parte, el candidato comunista Octavio Pato, cuya sonriente cara engalana millares de paredes lisboetas, habló en Marinha Grande (importante núcleo industrial de tradición revolucionaria) y aprovechó la oportunidad para poner en duda la candidatura del comandante Otelo. Dijo Octavio Pato que «ahora que Otelo no tiene influencia en la vida política, ¿cómo va a cumplir las promesas en que basa su campaña electoral?». Serán éstos quizás los únicos ataques de la campaña electoral, puesto que,excepto la lucha Otelo-Pato, el resto de las afirmaciones son siempre de carácter general. Se ataca a lasfuerzas que apoyan a un candidato, pero no al candidato.
Otelo comenzó su campaña en el Norte, adelantándose a los plazos establecidos,y aprovechó la ocasión para decir que «al final, la gente del Norte no es reaccionaria, ni apoya al E.L.P. (Ejército de Liberación de Portugal), ni al M.D.L.P. (Movimiento Democrático de Liberación de Portugal)».
Pero el «gran golpe» de Otelo ha sido ayer tarde. En Grandola, acompañado por el cantante José Alfonso, el creador de la canción «Grandola, vila morena », presidió un gran mitin. En el mismo corazón del Alentejo, Otelo Saraiva de Carvalho comienza su batalla para arrancar votos al candidato comunista Octavio Pato. Este será quizás el enfrentamiento más importante de las elecciones presidenciales portuguesas.
Los monárquicos contra Melo Antunes
«El ministro de Asuntos Exteriores, Melo Antunes debe ser dimitido», acaba de pedir el Directorio del Partido Popular Monárquico, acusándolo de no defender los intereses de los ciudadanos portugueses residentes en las antiguas colonias.Esta petición de los monárquicos portugueses coincide con una ofensiva generalizada de fuerzas de la derecha de intentar expulsar a los consejeros de la Revolución pertenecientes al grupo de los nueve (moderados), cuyo jefe es el ministro de Asuntos Exteriores luso. En efecto, en las últimas semanas, son continuos los ataques a los miembros de este grupo que desempeñó un papel importante en la dimisión del antiguo primer ministro Vasco Gonzalves. Un semanario, A Rua llamaba recientemente a Vasco Lourenzo, Vasco Bis, intentando compararlo con Vasco Gonzalves.
Asimismo, son continuos los ataques a otros consejeros de la Revolución pertenecientes al grupo Melo Antunes como Vitor Alves, Vitor Crespo, Franco Charais y Pezarat Correia. En este sentido, la reunión del Consejo de la Revolución que se celebrará el lunes puede ser definitiva: en ella se decidirá si el comandante Melo Antunes presidirá o no la Comisión Constitucional que estará encargada de velar por el «cumplimiento de la Constitución» por encargo del Consejo de la Revolución.
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