Hollywood "in memoriam

Hollywood, que fue la meca del cine mundial y que perdió quizás un poco tal centro, nos mostró una página de su gloria con la exposición celebrada en París de los más singulares y sofisticados trajes que sus grandes estrellas vistieron en las extraordinarias superproducciones que le dieron su histórico brillo.Esta magna exposición, que incluyó 77 de tales envoltorios humanos, se celebró primeramente en Nueva York, pero en la capital francesa estaba acompañada por la proyección de diapositivas de las grandes figuras del séptimo arte y de un variado programa de, filmes de dichas stars. Todo ello a raíz del bicentenario de la fundación de los Estados Unidos de América.

En un ambiente de claroscuro, sumamente matizado por la suave luz de los proyectores, que daban a los trajes memorables un ambiente algo fantasmagórico sobre los armazones inanimados, desfiló ante nosotros una visión de ensueño Todos los grandes nombres de Hollywood de nuestra juventud estaban allí congregados.

Había tejidos de gran espectáculo, con perlas y brillantes capas de piel brillantísimas, unos sombreros femeninos que en caso de necesidad bien hubieran podido servir de paraguas, sin olvidar también el clásico frac, el inolvidable sombrero de copa y los zapatos de baile de Fred Astaire.

Aquellos trajes eran casi siempre los originales que habían lucido las fabulosas stars ante las cámaras.

Los más antiguos eran de 1925 y habían sido lucidos por las formas abundantes de Mae West, la estrella que en aquellos tiempos revalorizó de nuevo la curva femenina.

En antiguedad venía después un traje de la divina Greta Garbo para el filme de 1930 Romance.

Los trajes fueron prestados por instituciones norteamericanas o por particulares con espíritu de coleccionistas raros. A veces los propios actores colaboraron, como el eterno Fred Astaire, o sus esposas, como la viuda de Clark Gable, o también por firmas, como la Columbia o la Metro Goldwyn.

Hollywood en pleno

El encanto de aquel diálogo mudo con las grandes stars de Hollywood, algunas desaparecidas ya de este valle de lágrimas, no nos hizo olvidar nuestros deberes informativos. Con las notas que fuimos tomando podemos ofrecer al lector una verdadera estadística sobre las actrices o actores que tenían más o menos vestidos expuestos, lo que podría reflejar un cierto índice de popularidad y sobre todo de pemanencia en el firmamento de Hollywoood.

El resultado de esta encuesta fue el siguiente: Greta Garbo, diez trajes expuestos; Marilyn Monroe, nueve; Vivian Leigh, seis; Cher Bono, cinco; Joan Crawford y Mae Murray, tres; Lana Turner, Gina Lollobrigida, Marlene Dietrich Jeanette Mac Donald, Leslie Caron, Judy Garland y Clark Gable, dos.

Entre las stars representadas por un solo traje, estaban Fred Astaire, Heddy Lamar, Norma Shearer, Jean Harlow, Katherine Hepburn, Lena Horne, la tan bella actriz de color, Rita Hayworth, Lucille Ball, Jennifer Jones, Jane Russell, Carole Lombard, Mary Pickford, Shirley Mac Lane, Ava Gardner, la hoy princesa de Monaco Grace Kelly y la francesa Anouk Aimée.

El corpulento Henry Langlois, director de la cinemateca francesa, que es la más importante del mundo, declaró a propósito de esta exposición que Hollywood se iba metamorfeando, pero que las stars serán siempre vivientes, siempre presentes en las pantallas, en las que escaparon al tiempo.

«Los grandes museos norteamericanos y los más cellosos coleccionistas -añadió- dejaron los trajes que poseían, a los que hemos podido añadir los trajes de 1920 ofrecidos a la cinemateca francesa por Kennet Anger».

Desde mayo a julio todas las grandes figuras de Hollywood habrán figurado en la pantalla de la exposición de sus mejores filmes, gracias a George Eastman House y a la cinemateca francesa. «Todas estarán aquí -concluyó Langlois-: las Louise Brooks, Gloria Swanson, Bette Davis, Pearl White, la Perla Blanca de nuestra niñez, Norma Talmadge y Evely Brent. No estarán solas, pues le acompañarán Rodolfo Valentino y Gary Cooper, Fred Astaire y Gene Kelly, Ramón Novarro y Marlon Brando, Hart y John Wayne».

Algunos de estos nombres quizá dirán poco a las nuevas generaciones, pero para las anteriores muchos de ellos serán verdaderas páginas de una juventud.