Los taxistas piden que el canje de licencias se ajuste a la ley

Los trabajadores de taxis de Madrid han pedido que el canje de las licencias de gran turismo por las de auto-taxis se atengan a los criterios de proporcionalidad fijados por la normativa vigente y según los cuales, la concesión de licencias ha de distribuirse en una proporción de tres a uno favorable a los asalariados respecto a los propietarios.

La medida, que preveía la extinción de los gran turismo mediante el trueque de sus licencias por las de taxis normales, fue tomada por un pleno del Ayuntamiento de Madrid durante el pasado mes de febrero. Comoquiera que la decisión municipal causó descontento entre los trabajadores del sector, éstos, a través de su presidente, Francisco Esteban, su vicepresidente, Gabino Prada y un vocal de la Agrupación, Lázaro de Lázaro, presentaron un recurso ante la Plaza de la Villa, en la que se concentraron hace pocas fechas unos 200 productores.El Ayuntamiento desestimó este recurso, que posteriormente fue llevado ante la Sala II del Tribunal Supremo, donde se encuentra inserto dentro de la esfera contencioso-administrativa.

Según nos informa Francisco Esteban -que está al frente de la Agrupación Provincial de auto-taxis, el problema del gran turismo se remonta a su inicio en el transporte de viajeros en Madrid. Durante varios años e independientemente de los criterios de concesión de licencias que se aplicaron en su distribución, denotaron que las tarifas aplicadas a los usuarios registraban oscilaciones en ocasiones arbitrarias. Con el tiempo, se circunscribió su ámbito al aeropuerto de Barajas y los aproximadamente 1.250 vehículos de esta categoría, difícilmente consiguen -con las tarifas reguladas que luego se les impuso- extraer rentabilidad. Además -añade-, existían complicaciones en cuanto a su titularidad y el problema se perpetúa hasta ahora.

Por ello y con la certeza de que su presencia enrarecía todavía más el panorama de los transportes públicos en Madrid -prosigue-, el Ayuntamiento ha decidido acabar con este problema creando uno nuevo y que afecta de lleno a lo trabajadores del taxi. Con las casi 850 licencias que van a dar a los dueños de gran turismo -todos sus propietarios- podría paliarse el problema de los tres mil, por lo menos, asalariados que vivimos del taxi: para esto, no es necesario hacer más cambalaches de los que ya hemos soportado en el sector -continúa nuestro interlocutor-, basta con que los responsables de la concesión de licencias apliquen la ley, en este caso el artículo 17 del Reglamento y canjeen con la proporcionalidad legal que en él se fija, las licencias de que se trate.

Nosotros -dice el señor Esteban- no estamos a favor de que las familias de los dueños de gran turismo que lo trabajan pasen hambre. Unicamente queremos que si esos propietarios lo son a la vez de auto-taxis -porque pensamos que constituyen una mayoría, pese a lo que se ha dicho-, cedan por derecho esa gracia que se les va a otorgar a los que trabajamos en este negocio sin propiedad alguna. El grado de corrupción en alaunos casos ha llegado al límite y no estamos dispuestos a que se concedan licencias de taxis a aquellas personas que por arte de magia (titularidad a nombre de parientes o amigos) poseían varios vehículos gran turismo.