Jeremy Thorpe, Harold Wilson y Edward Heath,
fueron líderes de los principales partidos políticos británicos. Uno dimitió porque se dijo que era homosexual. El otro porque pensó que ya era muy viejo. Y el último de la derecha tuvo que dejar el cargo, entre otras razones, porque su recalcitrante soltería no le ayudó a ser popular. Jeremy, Harold y Edward no llevan las coronas para decirse adiós a sí mismos. En una estampa que jamás va repetirse, homenajeaban juntos, cuando disfrutaban del poder perdido por tan vanas razones, al soldado desconocido.
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