Plan urbanístico en Valencia: 14.000 millones de pesetas de beneficios

En los próximos meses puede tener lugar una de las operaciones urbanísticas de iniciativa privada más importante de los últimos años. Consiste en el proyecto de cambio de calificación del Plan 14 bis, del Plan General de Ordenación Urbana de Valencia, actualmente de calificación industrial y en el futuro, según el proyecto, zona residencial de viviendas de lujo. La operación se estima reportaría unos beneficios de catorce mil millones de pesetas.El Plan 14 bis, con una superficie de 85 hectáreas, se encuentra situado en la margen -izquierda del río Turia, entre la antigua vía del tren Valencia-Barcelona y su desembocadura. En la actualidad lo ocupan industrias de gran tradición valenciana, testimonio de la industrialización de principios de siglo. Se encuentran Unión Alcoholera Española, Campsa, Industrias Químicas Canarias y Cros, entre otras. Estas dos últimas ocupan 50 hectáreas de superficie.

El carácter contaminante de las mismas originó una de las más sonadas actuaciones de las Asociaciones Familiares, en este caso la del distrito Marítimo, obligando a una actuación municipal que exigiese de las empresas cumplimiento estricto de las normas anticontaminantes.

Al tiempo que estas medidas se aplicaban la Diputación ofreció nuevo asentamiento a estas industrias en el Polígono Mediterráneo, junto a la autopista Valencia- Barcelona, en la franja costera -al norte de la ciudad, entre Albuixech y Masalfasar.

Por parte de las industrias se pensó en la promoción del proyecto que aludimos. De esta forma, se erradicaba la contaminación de un distrito plenamente urbano en 1976, ofreciendo en su lugar una amplia zona residencial El Ayuntamiento, de esta forma, resolvería el problema que afecta a uno de sus barrios más poblados, localizado a ambos lados de la larga avenida del Puerto, y en contrapartida cambiaba la denominación urbana del terreno.

Sin embargo, por parte de la Asociación del Distrito Marítimo la operación se ve desde una óptica distinta. Consistiría en favorecer a unas industrias -ya que se encuentra entre los promotores del proyecto que durante años les han originado continuos problemas de higiene social. Incluso, se señala que éstas ya se beneficiaron durante todo el tiempo que actuaron fuera de la legislación anticontaminante, al evitar los gastos que un sistema de purificación de residuos industriales o gases tóxicos supone. El Plan de Ordenación Urbana, en relación con la nueva utilización del río Turia -que queda libre al ser puesto en funcionamiento su nuevo cauce- prevé una estación central de ferrocarriles, una zona industrial y un grupo de viviendas en la antigua desembocadura. El nuevo proyecto dejaría el lecho del río tal como está, transformaría la zona industrial en zona residencial, y en su parte extrema, junto al mar situaría una pequeña estación ferroviaria y área de servicios portuarios.

El proyecto descansa en la mesa de la Corporación Municipal, pendiente de una decisión pública. Varias delegaciones ministeriales tienen conocimiento del mismo. El colegio de Arquitectos dio su visado, reservándose el derecho a oponerse y pasaba a período de información pública. Mientras tanto, los vecinos temén que la operación se consume en unos meses de verano, difíciles para sensibilizar a la opinión pública.