El matrimonio
He leído con extrañeza en su editorial del 20 de mayo lo siguiente: «es obvio que el matrimonio católico es indisoluble, pero el matrimonio civil es un contrato, y un contrato civil, y como tal debe poder romperse.»Siempre he creído que el matrimonio, de cualquier clase, natural, civil o religioso es indisoluble, por su propia naturaleza, que la diferencia entre matrimonio natural, religioso y civil no radica en el elemento de indisolubilidad, la cual es común a todas las clases, sino en otros aspectos accidentales.
Si una pareja hiciera un contrato civil de «matrimonio» en el cual se dijera explícitamente que era un contrato por tantos años o bajo tales condiciones que se pueden separar y contraer otro «matrimonio», entonces este contrato se puede romper; pero en realidad este contrato no sería un matrimonio en sentido real, sino meramente un contrato (sea civil o no).