Las tropas de Damasco ocupan Sidón y amenazan Beirut y Trípoli

Las tropas sirias que invadieron el Líbano el lunes y el martes pasados ampliaron ayer sus objetivos militares y engrosaron su efectivos. Tomaron Sidón, y Trípoli y Beirut están amenazadas por las vanguardias de Damasco. En la capital continúa la lucha de las facciones y numerosas peticiones para detener la Invasión se dirigieron desde distintos ámbitos. La presencia siria facilitó, por primera vez, el encuentro de los dirigentes Kamal Jumblatt, musulmán izquierdista, y Bashir Gemayel, falangista cristiano.

Las tropas sirias tomaron ayer Sidón, ciudad portuaria que cuenta con importantes instalaciones petrolíferas. Periodistas libaneses informaron que las columnas acorazadas habían avanzado hasta Zahleh, al oeste de la serranía del Líbano.En el sector septentrional, la importante ciudad de Trípoli se halla al alcance de los cañones sirios y puede caer en las próximas horas.

La capital, amenazada

Si Trípoli es ocupada, los soldados sirios podrán caer sobre Beirut desde tres direcciones. Las operaciones militares sirias confirman que la invasión no se reducirá a la liberación de las ciudades, situadas a cuatro kilómetros de la frontera sirio-libanesa, de Kubaiat y Andkit, sitiadas por musulmanes izquierdistas.

Los efectivos militares de los invasores no dejan de aumentar. Según ciertas informaciones, sumarían en la actualidad una división -de doce mil a catorce mil hombres-, reforzados por unos diez mil hombres pertenecientes al Ejército Palestino de Liberación y a las milicias prosirias de Al Saika. Hay rumores de que el Gobierno de Damasco pueda enviar más soldados e incluso aviones de combate.

Los sirios no encontraron hasta ahora seria resistencia en el Líbano. Separaron sin problemas a los contendientes en las ciudades sitiadas y los servicios de propaganda siguen repitiendo que los soldados están en el Líbano «a petición de las poblaciones que sufren una absurda guerra de religión» y para «ejercer un papel de árbitro y no de ocupante». No obstante, parece inevitable una confrontación con izquierdistas musulmanes y los guerrilleros palestinos, si progresa la marcha siria sobre Beirut.

Karrial Jumblatt, dirigente izquierdista, declaró anoche que esperaba que sus fuerzas «no tuviesen que combatir con los sirios» Afirmaciones similares hicieron portavoces palestinos.

Mientras tanto se suceden en Beirut los combates. La violencia causó ayer cuarenta y seis muertos y noventa y tres heridos graves.

Dirigentes de las facciones diversas se reunieron ayer en Beirut. Hubo un encuentro entre Kamal Jumblatt, y el dirigente falangista Bashir Gemayel, hijo de Pierre Gemayel, líder de la extrema derecha cristiana. También asistieron dirigentes palestinos. Poco antes de la conferencia el presidente electo, Elías Sarkis, intentó una aproximación entre dirigentes izquierdistas y falangistas.

Igualmente Jumblatt se entrevistó con los embajadores de la URSS y Francia, para que sus Gobierno pidiesen la retirada de las tropas sirlas. En una reunión urgente de la OLP se pidió la convocatoria de un encuentro de ministros de Exteriores de las naciones árabes, se informa desde El Cairo. El Movimiento Nacionalista Libanés apeló al presidente Sadat para que contrarreste la invasión. Kosyguin, en Damasco, pidió que se termine rápidamente el derramamiento de sangre. Por otra parte, Yigal Allon, ministro israelí de Defensa, hizo ayer declaraciones con veladas amenazas a la intervención siria.