Los Reyes, en Santo Domingo
A las 10,26 de la mañana de ayer, Su Majestad el Rey de España desembarcó. en el aeropuerto de Santo Domingo, iniciando así una histórica visita a la pequeña República Dominicana, que es a un tiempo la primera que realizan al extranjero los Monarcas españoles, don Juan Carlos y doña Sofía, y la primera de un jefe de Estado español a este continente descubierto y colonizado por España.Este viaje precede a la visita que Sus Majestades realizarán a los Estados Unidos para asistir a las celebraciones del bicentenario de aquella nación.
Mientras esta última visita es importante para el futuro de las relaciones de la nueva Monarquía española con la superpotencia norteamericana, la visita de los Reyes españoles a la República Dominicada es un acontecimiento de primera magnitud para un régimen y un Gobierno que durante treinta años ha sufrido una dictadura y posteriormente una ocupación extranjera, determinando con ello un largo período de acusado aislamiento. Don Juan Carlos es el primer jefe de Estado extranjero que visita la República Dominicana desde 1970, año en que estuvo aquí el general Somoza, presidente de Nicaragua.Anteriormente había estado el presidente Rómulo Bethancourt de Venezuela, que asistió en 1964 a la toma de posesión del presidente Juan Bosch.Gran emoción y espectacularidad ha rodeado la llegada, y los primeros pasos de los Reyes de España.
El presidente Joaquín Balaguer, visiblemente emocionado, hizo votos por que la visita supusiese «un cambio favorable en las relaciones entre la Madre Patria y los países que forman el grupo iberoamericano».
Palabras de don Juan Carlos
A continuación don Juan Carlos agradeció la bienvenida con estas palabras:
«En el momento de pisar el suelo de las Américas doy gracias a Dios por haberme deparado la honra de ser el primer Rey de España que cruza el Atlántico para visitarlas.
Volando sobre el mar Caribe he recordado al descubridor, nuestro almirante Cristóbal Colón, y con su recuerdo he pensado de mis, antepasados, los reyes de España, que, aún sin conocerla, amaron a América, la imaginaron y la cuidaron, y con ambos recuerdos he dirigido mi pensamiento y mi amor al pueblo español, á cuyo servicio estoy, que, dejó la huella indeleble ,de su esfuerzo, su fe y su cultura, en el mapa de este continente.»
El Rey se refirió más adelante a que había querido iniciar su viaje por tierras americanas, en Santo Domingo, cuna de la civilización occidental del Nuevo Mundo y que como «visitar América es revalidarse: como español», llevaba a cabo esta peregrinación para «volver a, encontrar mis raíces y entender más ampliamente la historia de mi Patria".
"Nuestro futuro; -añadió-, en el que tantas cosas podemos hacer juntos, no se apoya en la nostalgia sino en una profunda solidaridad con los pueblos de este continente;. que nos hace vivir muy de cerca sus, problemas más acuciantes, los que plantean su independencia política y económica, su desarrollo, sus artistas de una mayor justicia social y sus ideales de libertad ».
Tras referirse a la colonización española y a su primer viaje a Santo Domingo, cuando era cadete, el Rey finalizó diciendo:
«A este Santo Domingo, la Reina y yo queremos darle las gracias. Gracias por una fidelidad histórica que nos conmueve, y laguna vez conoció amarguras que venían de la propia España. Gracias por vuestra hospitalidad que nos llena de emoción.»
El presidente, Joaquín Balaguer, saludó a Sus Majestades al pie del avión. Después de saludar al Gobierno dominicano y al Cuerpo Diplomático, la comitiva emprendió la marcha hacia la histórica ciudad de Santo Domingo a lo largo de carreteras y calles fuertemente custodiadas por las Fuerzas Armadas y policía. En algunos puntos del trayecto se observaban ametralladoras montadas en vehículos, vigilando campos y cruces de caminos.
El aparato de seguridad desplegado por el Gobierno dominicano ha sido impresionante. Diez mil soldados y policías, armados con subfusiles y traje de, campaña, se han desplegado por cada rincón de la ciudad.
La multitud, portando banderas, de España y la República Dominicana a millares, ha dotado de colorido verdaderamente caribe a está impresionante manifestación de simpatía hacia España.,
Entre el público podía verse multitud de grupos de niños de los colegios, aseados y de uniforme. A lo largo de los barrios humildes se observaba la extrovertida humanidad de los negros, con nubes de niños y niñas, mostrando algunos de ellos los retratos de los Reyes, que se colocaban sobre el pecho desnudo. Otras manifestaciones de distinto signo no han podido celebrarse. Decenas de personas han sido detenidas en los últimos días, en el curso de medidas de seguridad que aquí llaman de costumbre. Grupos de universitarios que habían planeado manifestarse en solidaridad con la oposición española han sido disuadidos de hacerlo, sobre todo por medio, de la detención de los líderes.
No obstante, se está celebrando en Santo Domingo una vigilia por España, promovida por grupos de intelectuales, artistas y universitarios, que se reúnen en happenings artísticos en la Casa por la Cultura Antillana, dando repaso a poemas y canciones españolas.
Después de la recepción en el aropuerto, don Juan Carlos se reunió en el Palacio Nacional con el presidente Balaguer. Inmediatamente ambos se dirigieron a la plaza de España, delante del histórico Alcázar de Don Diego Colón, donde el Rey descubriría una lápida ante la estatua de Isabel la Católica. A cien metros de allí, los jefes de Estado se dirigieron al nuevo Museo de las Casas Reales, instalado en una bella construcción de principios del siglo XVI, restaurado con gran habilidad.
Cooperación económica
El Gobierno del presidente Balaguer está realizando una excelente labor de restauranción del Santo Domingo colonial, con especial protección al caso urbano antiguo. Técnicos españoles colaboran en esta tarea ejemplar, que puede servir de modelo a otras ciudades hispanoamericanas con un rico legado cultural y artístico de España.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José María de Areilza, que acompaña a los Reyes, mantendrá conversaciones con su colega dominicado, el canciller comodoro Ramón Emillo Jiménez. Todo el esfuerzo político del Gobierno de Balaguer está enderezado a propiciar el desarrollo económico del país. La República Dominicana ha venido registrando un crecimiento sostenido, con cotas que en los últimos años han llegado, en algún caso, al 12,5 por 100 (en 1972). Ello ha sido debido a la masiva ayuda norteamericana, al auge de la producción azucarera y a las inversiones públicas y privadas con creciente participación extranjera. Coincidiendo con la visita de los Reyes se encuentran en Santo Domingo algunos finaricieros españoles. Aunque existe una cierta impresión de evento social rodeando a la visita se observa, sin embargo, un considerable grado de interés y comprensión del momento político de transición que vive España, encarnado en la figura de su Rey. El periódico, El Listín Diario señalaba esta mañana que quien llegaba a Santo Domingo era «no un Rey en el sentido de las monarquías contitucionales de Gran Bretaña o Escandinavia. No es un Rey en el sentido autocrático. No es un Rey constitucional, es un Rey constituyente». Por su parte, El Caribe señala en su editorial que las actuaciones del Rey «llevan impresa la firme voluntad de hacer frente a una compleja situación política que, indiscutiblemente, exige gran destreza y mucha inteligencia para sortearla».
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