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La muerte del general Zenteno alivia al presidente Banzer

En una nueva versión acerca del asesinato del embajador de Bolivia en Francia, acaecido en París el 11 de mayo pasado, acaba de ser puesta en circulación por algunos órganos de prensa de la capital francesa. Su verificación podría acarrear serias complicaciones para el régimen militar boliviano.Según «Le Quotidien» de París, y «Le Nouvel Observateur, fue un comando especial vinculado a los servicios secretos de Bolivia el que eliminó al general Joaquín Zenteno Anaya en una operación destinada a salvaguardar la supervivencia del régimen del general Hugo Banzer.

Esta versión descarta la hipótesis según la cual Zenteno fue ejecutado por un comando revolucionario que, nueve años después, buscaba vengar la muerte, del comandante Ernesto Che Guevara.

En efecto, en 1976, Zenteno comandaba la VIII división del ejército y bajo su jurisdicción «rangers» bolivianos, entrenados por los Estados Unidos, capturaron al célebre guerrillero, y posteriormente lo fusilaron por orden del Alto Mando militar. Sin embargo, ésta no es la única faceta de la personalidad del embajador asesinado.

Durante el régimen del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) ejerció el cargo de fiscal militar y antes de la aparición de la guerrilla guevarista en Bolivia fue durante dos años ministro de Asuntos Exteriores del Régimen de los generales Barrientos y Ovando. En 1968 fue nombrado comandante de la Escuela de Estado Mayor, y al parecer manifestó sus intenciones presidencialistas, por lo que el prudente general Ovando lo alejó del país nombrándolo embajador en Lima.

El Gobierno del general Torres lo trasladó en 1971 a la presidencia del Tribunal Permanente de Justicia Militar, puesto desde el cual entró a formar, parte de la vasta conspiración derechista, que acabó por derrocar a Torres en Agosto de 1971. Cuatro meses más tarde, el nuevo régimen presidido por el entonces coronel Hugo Banzer, lo promovió a comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.

Enfrentado al presidente

Desde la jefatura del Alto Mando militar, Zenteno preparó su propio esquema golpista, y cuando creyó llegada su hora, se enfrentó a Banzer. La ocasión se le presentó en mayo de 1973, con motivo del brutal asesinato a manos de la policía política, del coronel Andrés Selich, otrora brazo derecho de Banzer. Zenteno se hizo eco de la profunda repulsa que tal hecho suscitó en el seno de las Fuerzas Armadas, pero fué inmediatamente destituido por Banzer, quien asumió su cargo. Poco después era enviado a París como embajador.Parece, pues, verosímil que Zenteno se haya dedicado desde entonces a conspirar contra Banzer a partir de su lejano «exilio dorado». Por sus cualidades personales y su pasado, constituía indudablemente uno de los rivales más peligrosos para el actual dictador boliviano. Su antigua vinculación con el MNR debe haberlo aproximado ala oposición liberal que, desde el exilio, encabezan el ex presidente Víctor Paz Estensoro, el líder demócrata-cristiano, Benjamín Miguel y el exministro Walter Guevara Arce.

Por otra parte, la denominada «Corriente institucionalista» en el Ejército podría haber puesto sus esperanzas en él, después del reciente fracaso sufrido por el «clan» Ayoroa. Por último, se ha hecho constar su disconformidad con la política pro brasileña que sigue el actual Gobierno. Estos son otros tantos factores que permiten comprender fácilmente que su brusca desaparición no puede haber sido más que bienvenida para el general Banzer.

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