Los consejeros prefieren a su vicepresidente, y no al marqués
Los consejeros nacionales eligieron ayer a su vicepresidente y Ministro del Movimiento, Adolfo Suárez, consejero permanente del grupo de los 40, en uno de los últimos plenos ante de su disolución. El marqués de Villaverde, que habla invocado «la memoria del caudillo Franco» para conseguir votos, resultó derrotado por un amplio margen, desvaneciéndose para él, en esta ocasión, la posibilidad de ser futuro senador vitalicio.
Adolfo Suárez, vicepresidente del Consejo y ministro secretario general, del Movimiento, obtuvo 66 votos, y Cristóbal Martínez- Bordíu, yerno de Franco, 25 votos. Once consejeros votaron en blanco, en un porcentaje - 10 por 100- de los más altos que han tenido lugar en el Consejo.Presidió la sesión el titular del Gobierno y del Consejo Nacional, Carlos Arias, acompañado por el vicepresidente, Adolfo Suárez, y el secretario, Baldomero Palomares. Tras la lectura, por parte de este último, a las excusas de asistencia presentadas por los consejeros José Luis Arrese, Santiago Pardo Canalis, Mariano Calviño, Cruz Martínez Esteruelas y José María Adán, se aprobó, sin lectura, el acta de la anterior sesión, y se procedió a dar cuenta de la terna elevada al Pleno por los consejeros nacionales del grupo de los 40 para cubrir la vacante producida por la muerte de José Antonio Elola.
El secretario dio lectura entonces a la carta enviada por el consejero Carlos Pinilla, tercer componente de la terna, en la que solicitaba a sus compañeros que no le votasen razonando que sus cuarenta años de falangista al servicio de Franco no le concedían un derecho especial ante otros dos candidatos en los que concurren títulos singulares»-,y que su deber era sacrificar sus intereses, personales a intereses de orden superior.
La retirada de Carlos Pinilla - ya anticipada ayer- se había interpretado como un acuerdo tácito entre el gironista y el marqués, con el fin de que el primero no le restara votos al segundo, aunque en el resultado final del escrutinio no haya influido la retirada del señor Pinilla.
Entre los votos obtenidos por el señor Martínez-Bordíu, uno de ellos, al ser leído por el secretario, suscitó murmullos y sonrisas en la sala, pues el votante no se limitó a escribir sólo el nombre y apellidos, sino que añadió la apostilla final: «Marqués de Villaverde y duque de Franco».
Finalizado el escrutinio, Adolfo Suárez fue proclamado nuevo consejero permanente -puesto que ocupará hasta que cumpla setenta y cinco años- entre los escasos aplausos de los consejeros y de los miembros del Gabinete que ocupaban el banco azul. No asistió el ministro de Educación y Ciencia, señor Robles Piquer.
El presidente del Consejo, Carlos Arias, dedicó unas, palabras a los dos consejeros recientemente fallecidos.
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