Tres Cantos: una ciudad pIanificada para 125.000 habitantes
A últimas horas de la mañana de ayer, en el despacho oficial del ministro de la Vivienda, se firmó la constitución de la Sociedad Tres Cantos para la construcción de una ciudad que albergará a 125.000 habitantes. El capital social se eleva a 500 millones de pesetas. Ha sido suscrito por el Instituto Nacional de Urbanización, la Diputación Provincial de Madrid y la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid. Firmaron la escritura de constitución Francisco Lozano ministro de la Vivienda; José Martínez Emperador, presidente de la Diputación, y el señor Ruiz de Velasco, presidente de la Caja de -Ahorros.
Tres Cantos será en su día -dentro de unos seis años, si los plazos previstos se cumplen- una ciudad ideada, pensada y programada para que en ella tengan alojamiento unas 125.000 personas. A su lado crecerán zonas industriales y de servicio que darán ocupación a 35.000 personas. Esto viene a significar, teniendo en cuenta que su extensión total es de 1.691 -hectáreas, que la densidad de población en viviendas unifamiliares, será de unos 80 habitantes por hectárea, y un 80 por 100 de su población activa tendrá su puesto de trabajo a escasa distancia de su residencia habitual.
La densidad media de Madrid en la actualidad se cifra en más de 200 habitantes por hectárea, y se alcanza, en según qué zonas, el doble o el triple. Tres Cantos, sin embargo, con su escasa densidad permitirá la convivencia entre sus habitantes y el disfrute conjunto de todos los servicios de una ciudad de estas características.
En la delimitación de Tres Cantos -especificada por decreto de 3 de junio de 1971 - se establecerá el punto I en un enclavamiento de la confluencia Norte-Sur, entre los términos municipales de Madrid y Colmenar Viejo. Se programa en forma de polígono irregular de 21 lados. La longitud mínima de estos lados era entre los puntos 11 y 12, con 20 metros, y la máxima, entre los 3 y 4, con 3.4 10 metros. Esta delimitación se procuró ajustar a la de los accidentes naturales y puntos perfectamente localizados.
Se sitúa, pues, a unos 16 kilómetros de Madrid, en una zona que constituye una de las futuras expansiones naturales de la capital en su crecimiento hacia el Norte. Se enclava en las proximidades del monte de El Pardo y de Viñuelas, con comunicaciones por carretera con Madrid a través de la carretera C-607, convertida en autopista, que enlaza la capital con Colmenar, y por ferrocarril mediante la vía Madrid-Burgos, en la que está previsto un desdoblamiento de vía.
Antecedentes
Las grandes soluciones urbanísticas a problemas concretos no llegan a cifrarse en realidades hasta bien adentrado el siglo XX. Casi puede decirse que la creación de ciudades integradas, con todo el equipamiento necesario y los servicios inherentes a una obra de este tipo, no surge como idea realizable hasta sobrepasada la segunda guerra mundial.
Pero ya en 1902, Ebenezer Howard hizo públicas sus teorías acerca de la planificación espacial de una ciudad en la que, antes de que llegaran los habitantes, estuvieran todos los servicios perfectamente estructurados y en funcionamiento, con lo que no cabían errores a posteriori, ya que las soluciones se habían dado antes.
En España, sería Arturo Soria quien concretara en un proyecto una idea semejante. Su Ciudad Lineal debería haberse convertido en realidad en lo que hoy se ha reducido a la calle que lleva su nombre en Madrid. Se trataba de una ciudad completa, con todo su equipamiento, diseñada de forma tal que las comunicaciones se establecían bajo tierra a diversos niveles: uno para tren, otro para transportes colectivos por carretera y otro para transportes individuales. Quedaba, con ello, reservado todo el nivel de la calle para los viandantes.
Pero la primera realización fue la llevada a cabo en Inglaterra en 1937, con la constitución de la Comisión Barlow, que se encargó, tras la creación de un nuevo Ministerio de Planificación Urbana y Rural, en 1943, de la construcción de una ciudad integrada: Stevenage.
Japón cuenta hoy con ciudades integradas como Kashima -500.000 habitantes- y Tsukuba -160.000-, y en Israel, por poner dos ejemplos, con las de. Ashdod y Beer-Sheva.
Tres Cantos
Si se considera el tiempo transcurrido desde el decreto de -1971, con el que se crea Tres Cantos, hasta la constitución de la Sociedad que en la mañana de ayer se escrituró, puede parecer un período excesivamente dilatado. Pero hemos de considerar todo el cúmulo de dificultades inherentes en la legislación española a un proceso de expropiación, como el que ha tenido que producirse, forzosamente, en este caso. A ello hay que añadir el tiempo empleado en la creación de la infraestructura necesaria que, a posteriori, haga factible la fase urbanizadora en la que ahora entra Tres Cantos. Toda esta fase es la que en realidad va a permitir, si la situación del Ministerio conduce a una agilización de todos los procesos, poder ofrecer terreno urbanizado, listo para su construcción, a finales de este mismo ano, y ver finalizada una primera fase de construcción de un límite máximo de otros tres años.
En realidad, el trámite ha sido el normal de todo proceso expropiatorio de estas características. La fase actual es la preparación del régimen jurídico de una parcelación total, venta de solares, construcción de viviendas, creación de centros cívicos, establecimiento de servicios fundamentales y, llegando a un concepto futurista integral, a la creación de un nuevo municipio dotado de sus órganos propios, lo que sería el resultado último de esta primera ciudad programada que es Tres Cantos.
En esta ciudad, aun contando con la proximidad de extensas zonas arbóreas, tales como el monte de El Pardo y de Viñuelas, se cuidará y potenciará la vegetación ya existente. Para potenciarla se proyecta la creación de un parque público con una extensión aproximada a la que actualmente tiene el Retiro madrileño.
Por otro parte, la ciudad irá dotada de un centro comercial principal y tres secundarios, centros deportivos, docentes, institutos de enseñanza media, dispensarios y residencias de ancianos, así como guarderías infantiles y centros hoteleros, que integrarán todo el complejo sector de equipamientos y servicios.
En España
Pero Tres Cantos no viene a ser en realidad más que el principio de una labor, o ése es, al menos, el objetivo perseguido y deseable. En el preámbulo del decreto creador de este tipo de ciudad se decía que su pretensión era «hacer frente a la demanda de viviendas sociales en las grandes concentraciones urbanas y de manera especial en Madrid y Barcelona». Madrid ya está ahora en marcha. Pronto ya estámos que surjan realizaciones similares en Barcelona o en Sevilla, Valencia, Bilbao...
En cuanto a su objetivo social, será, aproximadamente, un 30 por 100 del suelo edificable el destinado a la construcción de este tipo de vivienda tan concreto.
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