Amenazas de terrorismo indiscriminado en el Ulster
La policía de Irlanda del Norte montó ayer una gran operación para descubrir a los que pusieron el viernes por la noche dos bombas en un tren que va desde Belfast a una ciudad predominantemente protestante del Ulster. Uno de los pasajeros, una mujer de 22 años, murió en el acto y todavía había ayer en el hospital varios heridos graves.Es la primera vez que un tren de pasajeros es atacado de esta forma en el territorio. Existe el temor entre las fuerzas de seguridad que operan en el Ulster de que éste sea el indicio por el que la campaña terrorista que se prepara para el verano se establecerá en varios frentes y no tendrá como objetivos, únicamente, a los policías o la los soldados.
Mientras la policía trataba de hallar a los causantes del desastre del viernes, algunos portavoces conservadores criticaban duramente al Gobierno laborista, que, al parecer sostiene secretas conversaciones con la rama política del IRA, el Sinn Fein, para lograr una tregua. Al IRA se le atribuyen casi todos los atentados del Ulster, aunque a veces no los reivindique.
Scotland Yard, por su parte, estuvo ayer tras Ia pista de cuatro jóvenes que apuñalaron y mataron en Londres a dos jóvenes universitarios, uno sirio y otro hindú, en la medianoche del viernes. Se dijo que el hindú es hijo de un diplómatico que trabaja para la ONU.
Esta misma semana, el ministro del Interior, Jenkins, manifestó su preocupación por el creciente nivel de criminalidad que se alcanza en Londres. «No hay ninguna fórmula mágica para atajar esa oleada», dijo. Los últimos asesinatos, que dan la razón a Jenkins, no se relacionan necesariamente con las virulentas campañas que contra toda clase de emigrantes son organizadas en Gran Bretaña por grupos de extrema derecha. Pero la falta de móviles que hay detrás de aquel doble crimen invita a toda clase de especulaciones.
La actitud contra los emigrantes, basada en motivos fundamentalmente racistas, se reforzó ultimamente con la amenaza hecha por el presidente Banda, de Malawi, de expulsar a los casi siete mil asiáticos con pasaporte británico que viven en su país. Esos asiáticos tendrían que ser, casi forzosamente, alojados en Gran Bretaña.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.