Mosén Dalmáu declara que no ha dado ningún "giro de noventa grados"
Según se ha sabido en Barcelona, han quedado definitivamente solucionadas las discrepancias que, en el terreno teológico, aparecieron entre el sacerdote Josep Dalmau, párroco de Gallifa (Barcelona), y el obispo de la diócesis de Vic; monseñor Ramón Masnou.Los hechos que provocaron tales discrepancias se remontan a los meses de marzo y mayo de 1974. Fue en aquel entonces cuando el padre Dalmau presentó en una reunión de teólogos un documento privado en el que exponía diversos puntos de vista sobre algunos presupuestos teológicos y doctrinales.
Las opiniones que entonces expresara el padre Dalmau fueron publicadas en la revista Questions de Vida Cristiana. En síntesis, el padre Dalmau opinaba sobre el carácter no escolástico, no magisterial y no bíblico de sus presupuestos de análisis, asegurando que estos arrancaban de su fe viva y personal.
El obispo de la diócesis pidió rectificación pública a las manifestaciones del padre Dalmau, rectificaciones que vieron la luz en un rotativo barcelonés pero que a juicio de monseñor Ramón Masnou, no fueron consideradas suficientes.
Transcurridos dos años y tras una serie de conversaciones en las que habría participado monsén Dalmau, el obispo Masnou y tres teólogos catalanes (Roura, Vilanova y Coll Álentorn, hijo), se habría conseguido elaborar un documen to mixto que matiza las cuestiones que provocaron el mencionado enfrentam lento.
No ha habido, pues contrariamente a lo publicado por un vespertino de la ciudad condal- renuncia de posturas ni giro de noventa grados. Muy al contrario, y según manifestaba a EL PAIS el propio padre Dalmau, «ha habido un entendimiento en el que ni la autoridad de la Iglesia ha actuado taxativamente, ni el súbdito ha precisado doblegarse en redondo a dicha autoridad». El padre Dalmau negó asimismo que hubiera sido separado del cargo de rector en Gallifa. «Lo único que se me ha pedido es que Firme mis escritos a título personal, cosa que siempre hice y que continuaré haciendo.»
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