El general Ramalho Eanes presentó su programa electoral

El general Ramalho Eanes, pronunció ayer un discurso en el que anunció oficialmente que va a presentarse a las elecciones presidenciales que se celebrarán el 27 de junio. En su alocución, Eanes indicó que «defendería firmemente los ideales democráticos y profundamente patrióticos que inspiraron la revolución del 25 de abril».Según Eanes, los objetivos fundamentales de su candidatura serán «la institucionalización de la democracia, la garantía de la independencia nacional y la cohesión de las Fuerzas Armadas».

En su discurso, Eanes dijo que el futuro presidente de la República debe ser un defensor atento de las leyes fundamentales, «en lo que -señaló- será ayudado por el Consejo de la Revolución, expresión política de las Fuerzas Armadas».

Manifestó también el actual jefe del Estado Mayor del Ejército portugués, que las Fuerzas Armadas «deben ocupar de nuevo, después de dos años de perturbaciones, el lugar que les corresponde en una sociedad democrática, en un Estado de derecho». Más tarde añadió que aunque la mayoría de los militares no había puesto reservas a su candidatura, no sería ni un candidato del Ejército, ni un, candidato de los partidos políticos, sino «suprapartidario», ya que su compromiso es «con el pueblo portugués». Eanes afirmó, sin embargo, que «todos los partidos democráticos tienen un papel histórico en la sociedad».

Por otro lado, vuelve a especularse con la posible candidatura del general Costa Gomes, actual presidente de la República, cuya «comisión de apoyo» ha montado ya su oficina y está recogiendo las firmas necesarias. No obstante, Costa Gomes mantiene, todavía, su posición oficial de no participar en las elecciones.

El almirante Pinheiro de Azevedo, parece por su lado definitivamente dispuesto a participar y ya están funcionando sus «servicios de apoyo».

Finalmente, el Tribunal Supremo de Justicia de Portugal deberá decidir sobre la posible candidatura del comandante Otelo Saraiva de Carvalho, que se encuentra en situación de «libertad vigilada» por su supuesta implicación en los acontecimientos del 25 de noviembre.