Gran Bretaña e Irlanda colaborarán en la lucha contra el terrorismo
El secretario de estado para el Ulster, Merlyn Ress, dijo ayer que la conducta de las autoridades irlandesas con respecto al incidente fronterizo protagonizado hace unos días por ocho soldados británicos, no se corresponde con el común interés que Gran Bretaña e Irlanda tienen «en la lucha contra el terrorismo».
Con frecuencia, dijo Ress, soldados británicos cruzan la frontera que divide el Ulster del Eire «persiguiendo autores de crímenes brutales», pero regresan a Irlanda del Norte en cuanto notan que ya no están en territorio británico. «Es un error que ocurre centenares de veces, y que nunca había sido tratado así por el gobierno irlandés». Al contrario, los irlandeses, en lugar de llevar a juicio a los transgresores, como han hecho en esta ocasión, solían ayudarles y señalarles el mejor camino para hallar a los perseguidos.La decisión irlandesa de detener esta vez a ocho soldados de una unidad especial antiguerrillas del ejército británico, fue una respuesta ante «la cada vez más alarmante presencia militar inglesa en nuestro país», según dijo el ministro de Asuntos Exteriores del Eire.
El incidente no ha afectado para nada a las relaciones entre los dos países, ni mucho menos hará disminuir la colaboración que Gran Bretaña y la República de Irlanda mantienen para luchar contra los movimientos terroristas.
Simplemente, da la impresión de que el gobierno del Eire reaccionó de manera tan inesperada a la entrada de soldados británicos, para demostrar ante el gobierno de Londres, ante el IRA y ante su propio país que está dispuesto a cumplir su viejo propósito de no permitir «más de un ejército en nuestro suelo». De hecho, en los dos últimos días otros militares británicos cruzaron «por error» la frontera, sin que ocurriera nada.
Los temores de que la República de Irlanda cambie de actitud con respecto a la amenaza terrorista son infundados, parecen declarar en las últimas horas las autoridades irlandesas. El mismo día en que se produjo el incidente fronterizo, el gobierno irlandés aprobó una ley que hace muy difícil la antes placentera existencia del IRA en territorio republicano.
En efecto, a partir de ahora los juzgados del Eire no sólo entenderán en las acciones que miembros de aquella organización realicen en el Eire, sino que también podrán juzgar sobre lo que estos hayan podido hacer en el Ulster. Se acaba para el IRA la certeza de que la república de Irlanda es su «lugar de vacaciones», según dijo hace unos días el ministro irlandés de Justicia, al anunciar este tipo de medidas.
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