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Paula Badosa, a la constante búsqueda del equilibrio

La española, al borde del ‘top-10′, afronta a sus 27 años un curso clave a la par que intenta moderar su exceso de ímpetu: “Soñar tanto me impide desplegar mi juego”

Paula Badosa
Badosa celebra el triunfo contra Wang, este domingo en la John Caine Arena de Melbourne.Darrian Traynor (Getty Images)
Alejandro Ciriza

No es nada sencillo lidiar con ese sentimiento puñetero que aflora en el interior de Paula Badosa. De muchas personas, en realidad. La insatisfacción crónica: “Siempre he sentido que me falta algo”. Así empezó con los primeros pelotazos, así explotó a los 17 años y así continúa la española, quien poco a poco y a base de mucho esfuerzo, de intentarlo e intentarlo y también de (inevitablemente) autogolpearse la moral, va tratando de neutralizar a esa serpiente que mordisquea el ánimo. “Mi gran batalla es y ha sido el intentar no magnificar demasiado eso. Lo quiero y lo sueño tanto que, a veces, me impide desplegar mi juego; es la lucha diaria en la que estoy con mi equipo”, responde la española poco después de haberse impuesto a la china Xinyu Wang (6-3 y 7-6(5), tras 1h 27m) y de haber resuelto la primera ronda de este Open de Australia al que ha llegado de un modo bien diferente.

Badosa, durante su partido contra Wang, este domingo en la John Caine Arena de Melbourne.
Badosa, durante su partido contra Wang, este domingo en la John Caine Arena de Melbourne.Kim Kyung-Hoon (REUTERS)

La espalda que hace un año le martirizaba está hoy bajo control, más o menos, y los resultados han ido respaldando una progresión que le ha guiado hacia el duodécimo peldaño de la lista mundial. Su mente le invita todo el rato a querer ir muy rápido, pero ella va dando poco a poco con el buen camino, o así lo dice. “Estoy encontrando el equilibrio, así que, supongo que estoy haciéndome mayor…”, prosigue la tenista ante el planteamiento de este periódico; “cuando empecé me afectaban mucho los titulares y todo lo que se decía por ahí. ¡Pero si he perdido en cuartos, y eso no está tan mal! Pero ya he entendido cómo funciona todo esto. Hay momentos y días en los que leo cosas y digo: me gustaría contestar. Pero lo entiendo, entiendo vuestro trabajo [se dirige a los reporteros] y también el mío, porque forma parte de lo que envuelve a este deporte. Ahora me lo tomo mejor y poco a poco voy teniendo una relación más relajada con todo eso, aunque soy muy emocional”.

Habla Badosa en los primeros compases de un año que se antoja trascendental para ella, por el momento —aparentemente recuperada—, por el crecimiento —llegó a ser la 140ª, en mayo— y por la evolución —tiene 27 años—. De alguna forma, su carrera siempre ha fluido hacia una intersección, sin términos medios, y ahora la dinámica le conduce hacia una interesante esfera en la que empieza a verse de nuevo entre las mejores. Y ella confía y confía. Sigue la fe. “Intento no darle vueltas al ranking porque al final, las cosas caen por su propio peso. Tengo un objetivo muy claro, que es intentar desplegar mi juego lo máximo posible porque creo que de esa forma el ranking me pondrá donde quiero. Intento desbloquearme mentalmente y poder jugar como quiero jugar”, recalca en la sala de conferencias.

Acostumbrada a tocar los extremos, la catalana intenta aprender a relativizar y a descubrir las zonas grises, en vez de saltar del blanco al negro. En septiembre pisó por primera vez los cuartos de final de un gran escenario, en Nueva York, y la tendencia del último medio año le ha devuelto la esperanza de poder dar algún día la campanada con la que siempre ha soñado. Transmite Àlex Corretja que se la imagina protagonizando un verdadero pelotazo, y aunque esté ahí la tentación del exceso, de ese quererlo tanto que ella trata de dominar, echa el freno. “De momento, quiero seguir manteniéndome donde estoy, aunque obviamente siempre quieres un poco más. Tengo una mentalidad de que nunca es suficiente, de querer siempre más. Dar un paso más en los Grand Slams es un objetivo y entrar en el top-10 también, y el año pasado me quedé muy cerca de las WTA Finals… Tengo objetivos altos y siempre he tratado de intentar gestionar eso”, contesta.

Badosa se hace un selfi con los aficionados tras su victoria.
Badosa se hace un selfi con los aficionados tras su victoria.Kim Kyung-Hoon (REUTERS)

Entre bastidores, las puntales del circuito advierten con recelo su ascensión, del mismo modo que desde su entorno le recuerdan que no debe bajar un solo instante la guardia porque de la misma forma que ha subido, puede llegar la regresión. “Estamos mejorando aspectos tenísticos, algunas cosas que estamos cambiando y que están constándome aplicarlas, pero creo que con el tiempo voy a conseguirlo”, apunta. “De todos modos, creo que lo principal es gestionar esos momentos de la verdad, el estar en las rondas finales y poder desplegar mi juego, encontrar el equilibrio entre quererlo mucho y a la vez estar más controlada emocionalmente”, resuelve la de Begur, premiada en diciembre por la WTA con el Mejor Regreso y citada en la segunda estación con Zeynep Sonmez o Talia Gibson.

Consolidada ya como uno de los activos de la generación intermedia de jugadoras, porque gane o pierda su tenis y su trayectoria conservan el tirón, va ella haciéndose mayor, entendiéndolo e interiorizándolo, porque efectivamente es así: se trata de soñarlo y quererlo, sí, pero sin llegar a desgastarlo.

BOUZAS SE ESTRENA EN MELBOURNE

A. C. | Melbourne

La jornada inaugural comenzó con agua, mucha agua sobre Melbourne y la hermosa remontada del veterano Kei Nishikori, quien a sus 35 años y tras el azote de las lesiones, batió a Thiago Monteiro en cinco sets y tras salvar dos bolas de partido (4-6, 6-7(4), 7-5, 6-2 y 6-3). “Hace un año pensaba que no volvería a competir”, declaró el japonés, que en su día fue número cuatro del mundo cuando Djokovic, Nadal y Federer estaban en plenitud.

Cuando cesó el aguacero, la acción se reanudó en las pistas exteriores y dio luz verde al avance de Pedro Martínez (6-3, 4-1 y abandono de Luciano Darderi), Cristina Bucsa (6-2 y 6-3 a Chloe Paquet) y Jessica Bouzas. Esta última, de 22 años, mantuvo las buenas sensaciones del curso anterior y registró su primera victoria en Melbourne, tras haber desbloqueado la temporada pasada las casillas de Londres y Nueva York.

Instalada en el puesto 52º, como la segunda integrante española del top-100, la gallega no se pone límites. “No sé hasta dónde llegaré, pero lo que sí tengo muy claro es que tengo hambre”, expresó, sabiendo que el miércoles se topará con la dos del mundo y ganadora de las dos últimas ediciones del torneo, la bielorrusa Aryna Sabalenka.

Quien no pudo progresar fue Jaume Munar, que exigió los cinco sets a Casper Ruud; al final, el nórdico prevaleció después de casi tres horas y media: 6-3, 1-6, 7-5, 2-6 y 6-1.

La próxima madrugada competirá el número uno, Jannik Sinner —contra el chileno Nicolás Jarry—, y también se estrenarán Novak Djokovic y Carlos Alcaraz. Ambos abrirán el turno nocturno en Melbourne (9.00, Eurosport y Max), ante Nishesh Basavareddy y Alexander Shevchenko, respectivamente, en las dos pistas principales del complejo.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.
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