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Alcaraz y Sinner, mano a mano en el Masters de la nostalgia

El español y el italiano encabezan las quinielas en Turín, con Zverev al acecho, en la primera edición del torneo maestro sin Djokovic, Nadal ni Federer desde 2001

Carlos Alcaraz
Carlos Alcaraz, el jueves durante un acto en el Museo Nazionale del Risorgimento Italiano.Diego Puletto (Getty Images)
Alejandro Ciriza

Entrada la tarde, a eso de las cinco, cuando las nieblas de los Alpes empiezan a colarse ya entre los soportales y la humedad va envolviendo los cuerpos, la señorial y apacible Turín se transforma en algo más parecido a Roma o Nápoles que al ordenado norte piamontés: suenan sin parar los cláxones, se repiten los volantazos y el tráfico congestiona de arriba abajo la Corso Filippo Turati. La huelga del transporte público se hace notar con fuerza y tranvías y autobuses dejan de circular, así que Alessandro, feliz taxista él, prefiere tomárselo con filosofía y silba: “¡Es música popular!”, dice riéndose el conductor conforme suena por la radio una extraña mezcla de merengue y canción clásica italiana, y él baquetea con los dedos con alegría, de la misma forma que afronta este Masters de la melancolía y de la ausencia Carlos Alcaraz. El murciano también quiere dar un volantazo e ingresar en un club especial.

“Vengo a este torneo de una manera un poco diferente, con mucha motivación. El año pasado fue un final de año difícil para mí porque no pude jugar a mi mejor nivel. Los dos últimos partidos aquí fueron bastante buenos, pero los anteriores no, así que me di cuenta de que tenía que cambiar algo de cara a esta época, como he hecho ahora. Vengo aquí con el objetivo de ganar”, expone el de El Palmar, que por la mañana ha tenido ración doble de ensayo frente a Daniil Medvedev —buen ritmo, buenos puntos— y que confía en mejorar la cota alcanzada en su primera participación. Entonces chocó con Novak Djokovic, que esta vez no está ni se le espera por decisión propia, como tampoco comparecerán Rafael Nadal, a un suspiro del adiós definitivo, ni el suizo Roger Federer, que desfiló por última vez sobre el tartán maestro hace ya cinco temporadas.

El genio conquistó seis títulos, por los siete de Nole, el recordman histórico. Y de vacío se irá el mallorquín, buen conocedor de la complejidad del calendario y de la exigente recta final, cuando los físicos aguantan ya a duras penas y las mentes también se quiebran después de más y más torneos, de más y más partidos. No le gustaría a Alcaraz terminar el día de mañana con la espina, de modo que se aplica, se esmera y aprieta: un esfuerzo más. “El año pasado no empecé bien desde el principio, así que esta vez voy a intentar mantener el mismo nivel todo el rato y hacer un buen tenis”, abunda el español, reunido en el grupo con Alexander Zverev, Andrey Rublev y Casper Ruud y, de manera objetiva, aliado con la fortuna en el sorteo; logró evitar a Jannik Sinner, el coco que amenazaba, así que al italiano le tocará debatir con Medvedev, Taylor Fritz y Alex de Miñaur.

Tras dos décadas de asistencia de Los Tres Gigantes, con presencia ininterrumpida de uno, otro o el tercero desde 2001, el torneo incide en la nueva realidad; o sea, Sinner y Alcaraz al frente, con el resto a rebufo y sudando algo más que tinta para intentar que los dos nuevos referentes caigan en las grandes citas. No pudo ser en Australia, Roland Garros, Wimbledon ni el US Open, e intentarán que sea ahora en Turín, donde Djokovic triunfó en los dos últimos ejercicios y cuatro veces consecutivas antes de que se produjese el baile intermedio: de 2016 a 2021, cinco vencedores diferentes; uno de ellos, y por partida doble, Zverev, el hombre al que conviene marcarle de cerca porque sabe manejar el escenario y además viene de conquistar París-Bercy. Su cañón, bajo techo, es todavía más cañón.

Un año de “ocho y medio”

“Es uno de los mejores del mundo, por supuesto. No me gusta enfrentarme a Sascha por sus saques y sus tiros, pero voy a intentar encontrar la parte bonita de jugar con él. Es un gran trabajador y ha ganado grandes títulos, más de 20 trofeos”, remarca Alcaraz, en busca de la linealidad que no encontró hace un año —demasiado oscilante en dirección a las semifinales— y deseoso de poder redondear su magnífico curso con un éxito que, en términos nacionales, solo alcanzaron Manuel Orantes (1976), Àlex Corretja (1998) y Garbiñe Muguruza (2021). “Diría que ha sido un año de ocho y medio o nueve; podría haber sido mejor con la medalla de oro [en los Juegos Olímpicos de París] o con otros torneos, pero diría que un ocho y medio”, resuelve con exigencia, a la caza y captura a partir del lunes del sobresaliente que, por ahora, se resiste a concederse.

De izquierda a derecha, Fritz, Medvedev, Sinner, Zverev, Alcaraz y Ruud; abajo, De Miñaur y Rublev. / JOHN RUSSO (ATP TOUR)
De izquierda a derecha, Fritz, Medvedev, Sinner, Zverev, Alcaraz y Ruud; abajo, De Miñaur y Rublev. / JOHN RUSSO (ATP TOUR)

A sus 21 años, Alcaraz continúa puliéndose y su trayectoria a partir de septiembre expresa una evolución; no sin muchas curvas, eso sí, en medio de un contexto (dura-techo) en el que no termina de sentirse cómodo por ahora. Independientemente de la mayor o menor influencia que tuviera ese día la grada, cedió la semana pasada ante Ugo Humbert en París-Bercy, donde no fue capaz de resistir a la velocidad de la pista. “Debería haber venido antes para adaptarme”, se afeó, de modo que nada más poner el pie en Turín, el miércoles, se dirigió al Inalpi Arena para empezar a testear la superficie con un sparring.

“He aprendido mucho este año”, afirma. “Me conozco más como persona y como jugador, sé mejor qué necesito hacer dentro y fuera de la pista, aunque algunas derrotas hayan sido dolorosas”, prolonga. “No se trata solo del objetivo que puedas tener en la pista, sino también de lo que tienes que hacer en los días libres, de cuántos días tomarte antes de los torneos o antes de empezar a prepararte para llegar de la mejor manera posible”, remata el murciano, que debutará el lunes (no antes de las 14.00, Movistar+) contra el noruego Ruud y que posteriormente se medirá con el alemán Zverev (miércoles) y el ruso Rublev (viernes). En un principio, el segundo compromiso es el que reviste mayor dificultad, teniendo en cuenta que ha derrotado al nórdico las cuatro veces que se han cruzado y que hace un año pudo con el moscovita en estas mismas circunstancias.

El domingo abrirán el torneo Medvedev y Fritz (14.00) y por la tarde (20.30) se encontrarán Sinner y De Miñaur. Todo bajo el recuerdo: por primera vez en 23 años, no habrá rastro de Federer, Nadal ni Djokovic. Otros tiempos, otra época.

GAUFF CONTRA ZHENG, FINAL EN RIAD

A. C. | Turín

Ni la número uno, Aryna Sabalenka, ni la dos y defensora del título, Iga Swiatek. Serán Coco Gauff (20 años y tercera del mundo) y Qinwen Zheng (22 y séptima) quienes se enfrenten este sábado (17.00, Teledeporte) por el trofeo de campeona en Riad, donde la vencedora se adjudicará una cifra récord en el circuito femenino: 4,4 millones de euros.

La estadounidense batió a Sabalenka por 7-6(4) y 6-3, mientras la china superó por 6-3 y 7-5 a Barbora Krejcikova. De esta forma, las dos jóvenes se estrenarán en el desenlace de una Copa de Maestras y, de paso, certifican el empuje de su generación. Entre una y otra, un nexo: Pere Riba, el técnico catalán que ocupa actualmente el banquillo de la asiática y que antes dirigió a la norteamericana, en ambos casos con éxito.

Por otra parte, la Real Federación Española de Tenis (RFET) informó de que Cristina Bucsa será baja para la Billie Jean King Cup, que comienza el miércoles en el Martín Carpena de Málaga, y será reemplazada por Marina Bassols. La cántabra, bronce junto a Sara Sorribes en los últimos Juegos, sufre una rotura abdominal y no podrá competir. La sustituirá la catalana, 154ª del mundo. Completará la nómina formada por Paula Badosa, Jessica Bouzas, Nuria Párrizas y Sorribes.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.
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