Y una tarde, los argentinos recuperaron la alegría
La clasificación de la selección de Argentina a octavos en Qatar saca a miles de personas a las calles de las principales ciudades del país
Argentina fue una fiesta. Bastaron unos minutos tras el triunfo 2-0 ante Polonia para que el Obelisco de Buenos Aires, el punto de encuentro de las grandes celebraciones, se llenara de gente. ¿Vale celebrar en las calles un pase a octavos en un Mundial de fútbol? ¿Tal vez porque la Albiceleste quedó primera en su grupo? La euforia de los argentinos ha sido fruto del miedo a una catástrofe deportiva. La derrota ante Arabia Saudí en el debut había agitado los fantasmas de Corea-Japón 2002, cuando la selección de Marcelo Bielsa volvió a casa con solo tres partidos disputados. Los goles de Julián Álvarez y Alexis Mac Allister neutralizaron el maleficio y los argentinos volvieron a respirar.
“Acá está Argentina”, titulaba el canal de noticias TN, con letras blancas sobre un fondo rojo. En Buenos Aires no hay medias tintas. El martes 22 de noviembre, la selección de Lionel Scaloni era un ejemplo de todo lo que está mal en el fútbol, con sus jugadores aplazados por la prensa especializada y los argentinos sumidos en la más profunda depresión. Hoy, el mismo equipo fue todo lo que está bien. “Salimos campeones con cinco goles de diferencia”, grita un hincha al pie del Obelisco. Suenan los bombos, estallan las bombas de estruendo y ondean las banderas celestes y blancas.
“Olé, olé, olé; olé, olé, olá, Messi, Messi”, gritan los hinchas. El astro ya se había redimido con un gol desde fuera del área ante México, y hoy nadie se preocupó por el penal que erró ante el portero polaco, Wojciech Szczesny. No hay nada como el bálsamo de un triunfo demorado, que se vivió con angustia al principio y una indescriptible sensación liberadora después. “Diego, Diego”, estalló el coro de hinchas en el centro de Buenos Aires. Maradona no falta cuando juega la selección de Argentina. “Vamos Argentina”, tuiteo el presidente, Alberto Fernández, junto con una foto de la selección celebrando la clasificación.
¡Vamos Argentina! ⚽️🇦🇷❤️ pic.twitter.com/UuoxumNMvH
— Alberto Fernández (@alferdez) November 30, 2022
Los argentinos vieron el partido en sus casas, pero también en bares y plazas, donde se montaron pantallas gigantes financiadas por los municipios. Por eso la fiesta se vivió en los barrios, en las esquinas donde hubo un grupo dispuesto a festejar. Scaloni llevó un poco de calma a semejante algarabía. “Los que piensen que Australia es fácil, se equivocan. A nosotros nos ganó Arabia Saudí”, dijo en la rueda de prensa desde Qatar.
Fueron las palabras correctas, pero el hincha de fútbol sabe que con Francia hubiese sido mucho peor. Ese era el rival si Argentina quedaba finalmente segunda en el grupo, como especulaba la mayoría, incluso la más optimista. Al final, quedó primera. “Me parece una locura jugar dentro de dos días siendo primero en el grupo. Podríamos haber tenido más descanso”, se quejó Scaloni. Los hinchas no buscan un descanso; solo quieren fútbol.
Suscríbete aquí a nuestra newsletter especial sobre el Mundial de Qatar
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.