Senegal derrota a una reservona Ecuador y devuelve a África a los octavos de final de un Mundial
La selección sudamericana, que empezó el partido en desventaja, desaprovecha en apenas dos minutos el gol del empate que la clasificaba a poco más de 20 para el final
África vuelve a los octavos de final después del fiasco del Mundial de Rusia, cuando sus cinco representantes cayeron en la fase de grupos. Al menos en Qatar se ha colado en las eliminatorias la actual campeona continental, Senegal, que además no puede contar con Sadio Mané y que por el camino se ha encontrado con la baja de Kouyaté, un centrocampista con amplia experiencia en la Premier League. Con todo, le dio para dejar atrás a Ecuador, a la que le valía el empate para eliminar a los senegaleses, pero cometió un pecado original: salió al campo a especular con el marcador y el cronómetro. Ni le sobró fútbol como para cambiar su destino, ni cuando encontró la fortuna no supo guardarla.
Senegal partió con brio, con una llegada de Idrissa Gana Gueye y un remate desviado a modo de advertencia. Pero Ecuador no se activó y planteó un partido de ritmo bajo e interrupciones, una liza sin continuidad como si aguardase que el reloj se moviese en su favor. Acunada en la percusión que le acompaña desde la grada, Senegal tomó la pelota y se revolvió contra el adocenamiento, dio varios pasos hacia delante y dominó a un rival que poco hizo por desatarse. El gol llegó como si fuese una gota malaya que unos y otros destilaron. Senegal insistió y Ecuador ayudó. Una falta aparentemente inocua en el flanco izquierdo de la medular del cuadro africano acabó por desnudar la espalda de Preciado, lateral diestro del Genk belga, para que Hincapié atropellase en el área a Ismaïla Sarr, que transformó el penalti.
El partido, obviamente, cambió de dirección. Pero Ecuador no sometió a Senegal al nivel que había padecido antes. Sin opciones claras de gol para unos y otros, al menos el combo africano sintió el paso de los minutos con un cierto sosiego. No hubo noticias de Enner Valencia, tampoco Moisés Caicedo tuvo su mejor día. Estupiñán no marcó diferencias en su banda. Fallaron los referentes ecuatorianos, pero Senegal caminó en el filo del abismo y cerca estuvo de despeñarse. Encajó el empate en una acción episódica, un saque de esquina que concedió con cierta displicencia y que el central Félix Torres tocó en el primer palo para que Caicedo remachase en el segundo en una de las jugadas más antiguas del mundo.
De nuevo con el tesoro en las manos, Ecuador lo volvió a dilapidar. Esta vez ocurrió en dos minutos, los que tardó Senegal en sacudirse el estupor, sacar de centro, provocar una falta lateral y colgar el balón al área para que los ecuatorianos se hiciesen un nudo en el despeje y dejasen el balón a los pies del fornido zaguero Kalidou Koulibaly, que lo estampó en la red. Ahí volvieron a evidenciarse las limitaciones de Ecuador, que acabó el partido con dos extremos y dos delanteros, con los centrales al remate, pero apenas generó opciones en el área que no pasasen por pelotazos en busca de un rematador que no llegó. Senegal se plegó, Koulibaly tomó galones para hacerse fuerte en el achique y el resto fue esperar los tres pitidos para festejar la segunda posición en el grupo más flojo del campeonato.
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