Jorge Martín, campeón del mundo de MotoGP: “Esta temporada sentí ilusión por conseguir el título, no miedo por perderlo”
El piloto de 26 años reflexiona sobre su primer título en la categoría reina, su papel en el combate televisivo entre ‘El hormiguero’ y ‘La Revuelta’ y sus ambiciones de futuro
Jorge Martín Almoguera (San Sebastián de los Reyes, 26 años) apura su café en los 10 minutos de descanso contados en pleno maratón de entrevistas organizado por uno de sus patrocinadores en el centro de Madrid. Atiende a EL PAÍS para repasar las emociones de su primer título de MotoGP, a escasas horas de hacer lo propio en El hormiguero después del follón por su visita interruptus a La revuelta. Él dice estar encantado de llegar a todos los públicos y reivindicar una temporada con la que se ha demostrado que puede estar entre los grandes pilotos de la historia.
Pregunta. ¿Qué siente uno al cumplir el sueño de su vida?
Respuesta. Pues un pico de felicidad inmenso y, aunque la intensidad baja con el paso de los días, sigo en un estado de felicidad plena, muy contento. Asimilando poquito a poco lo que significa todo esto, ya que son muchas cosas de golpe en muy poco tiempo, pero lo estoy disfrutando más de lo que me había imaginado.
P. Después de tanto trabajo y sacrificio de toda la familia, ¿qué significa poder ser campeón del mundo de MotoGP?
R. Ser campeón era muy importante. A nivel personal no me hubiese cambiado la vida, pero a nivel profesional es obvio que sí. Esto no solo era importante para mí, sino para mi familia, para todo mi equipo, toda esa gente que me ha apoyado siempre. Tener el título me da tranquilidad, me he quitado un peso enorme de encima y ahora todo lo que venga será un regalo. Iré a por otro campeonato y daré siempre mi 100%, pero ser campeón te da otra perspectiva.
P. ¿Ya ha tenido tiempo de celebrar con todos los suyos?
R. Aún me falta hacerlo con toda la familia al completo, pero sí, hemos estado celebrando con el núcleo duro. Ahora vendrá Navidad y tendremos más tiempo para celebrar más y mejor. Este fin de semana vienen los amigos y estaré con toda mi gente en la recepción en casa, en San Sebastián de los Reyes.
P. ¿Qué es lo más bonito que le han dicho estos días?
R. Son muchas cosas y no sé decirte una concreta. He recibido muchas felicitaciones… por ejemplo, me impactó el telegrama que me enviaron los Reyes.
Tenía la mejor Ducati, sí, pero no se puede negar que el flujo de información no era recíproco y todo ese grupo humano remaba hacia otro lado
P. Una cosa es tener un sueño y otra muy distinta conseguirlo, ¿cuándo vio que lo tenía al alcance?
R. El año pasado tenía las herramientas, pero no estaba preparado, no aguanté la presión. Ahora, esa presión no ha cambiado. La clave ha sido gestionar mejor las emociones y controlar mis pensamientos. A mitad de año me dije, ‘venga, que lo tienes allí’. Esta temporada sentí ilusión por conseguirlo, no miedo por perderlo. La experiencia de 2023 me hizo ver que no pasaba nada por perder, que la vida sigue.
P. En 75 años de historia, solo cinco españoles han ganado en la categoría reina de MotoGP, ¿qué le dice eso?
R. Tener el nombre inscrito en la torre de los campeones, sin pensar en la nacionalidad, es lo máximo para cualquier piloto. Le doy mucho más valor al hecho de haberlo conseguido con un equipo satélite, ya que el lugar de nacimiento es una circunstancia de la vida, pero el trabajo realizado con mi grupo habla mucho de lo que hemos conseguido. Competir en un equipo privado significa tener a 12 personas contra 200 que trabajan por y para una fábrica. Tenía la mejor Ducati, sí, pero no se puede negar que el flujo de información no era recíproco y todo ese grupo humano remaba hacia otro lado.
Que en Ducati no me hayan promocionado al equipo de fábrica, mi padre lo tendrá guardado siempre dentro
P. Su padre Ángel tenía una Ducati 748 muy especial para él, ¿ganar con esta marca ha sido más bonito?
R. A él le ha hecho ilusión, aunque también habrá sufrido con todo lo que ha pasado. Que no me hayan promocionado al equipo de fábrica lo tendrá guardado siempre dentro. A nivel personal, siempre fui más aficionado de Yamaha, porque crecí viendo los duelos entre Valentino Rossi y Jorge Lorenzo. Siempre me imaginé encima de una Yamaha, era la marca de mis sueños, pero cuando subí al Mundial decidí que el proyecto de Ducati, que todavía no era ganador, era el más interesante.
P. Su título es ejemplar en términos de fair-play: Ducati le ha dado las mismas armas, Bagnaia ha jugado limpio… ¿Está orgulloso de poder mostrar estos valores?
R. Por supuesto, aunque debo decir que nos ha sorprendido a todos. A pesar de que yo dejaba Ducati, me prometieron que no iban a intervenir en lo deportivo y que iba a ganar el mejor piloto en pista. Han mantenido su palabra hasta el final y me quito el sombrero. Lo de Pecco demuestra lo buena persona que es, un tipo muy honrado. Yo en su sitio hubiera intentado ralentizar la carrera y no me hubiera parecido mal que lo hubiera intentado conmigo.
P. Ya peleó hasta el final el año pasado, ¿qué le ha dado la victoria este año?
R. La regularidad ha decantado la balanza. Pecco ganó siete veces el sábado y 11 el domingo, sí, pero yo le he ganado a base de constancia. He sido de los más rápidos en todos los circuitos y he subido al podio los 20 fines de semana de carrera, un dato que habla por sí solo.
P. El año pasado contó a este periódico tras perder el título que se sintió inferior a los rivales en algunos momentos, ¿esto ha cambiado esta temporada?
R. Sí. Sin duda confío más en mí. Hemos trabajado mucho con el psicólogo para resolver esas dudas persistentes. Las he tenido incluso este año. Hay gente que se lo cree antes de hacerlo, pero yo soy de los que necesitan demostrarse primero para luego creer. Hemos trabajado para cambiar las tornas y haber superado situaciones muy complicadas me ha ayudado mucho.
P. Este año su pareja, María, y su madre, Susana, han estado más presentes que nunca en los circuitos, sumándose a la figura de su padre Ángel en el garaje. ¿Por qué?
R. Mi madre está siempre en todas las carreras de España e intentar sumarse a algunas lejos de casa, pero sí es cierto que María ha venido algo más. Ha hecho un esfuerzo muy grande para poder estar a mi lado. Tenerla allí me da tranquilidad, sé que pase un día bueno o malo puedo tenerla a mi lado.
P. Ducati ganó 19 de 20 carreras, y usted se sube a la Aprilia, la única moto que le arrebató un triunfo ¿se podrá competir?
R. Es cuestión de épocas. Honda, Yamaha y Ducati han tenido sus momentos, pero han perdido a dos de los cuatro pilotos importantes que tenían. Yo no pretendo derrocar su imperio, sino establecer las bases de un proyecto ganador que pueda competir allá adonde voy. Todo lo que llegue el primer año será bienvenido, pero en el segundo habrá que pensar en grande seguro.
P. Su estilo de pilotaje es muy estético y de apariencia agresiva, ¿En quién se fijó para moldearlo?
R. Cuando estaba en las categorías formativas me acuerdo de ver a Valentino levantando muchísimo la moto. Luego a Lorenzo, Pedrosa y Márquez tocando con el codo. Esa fue la época que viví y sin intentar forzar nada, pues vas trabajando esos puntos que ves en los mayores. Un punto de inflexión para mí fue trabajar con Chicho Lorenzo [padre de Jorge, tres veces campeón del MotoGP], a partir de allí empecé a descolgarme de la moto y a girar mucho más con el cuerpo.
Yo quiero llegar a todo el mundo, tanto al público de ‘El hormiguero’ como al de ‘La Revuelta’. Ambos pueden dar visibilidad a la historia de mi vida
P. Márquez ha dicho que ni siquiera con su misma moto les hubiera ganado a usted y Bagnaia, ¿la gente valora lo que han hecho estos dos últimos años?
R. Sus palabras significan mucho. Hablamos del mejor de la historia junto a Valentino Rossi, y pienso que Pecco empieza a entrar en ese grupo. Haber ganado a Marc y Pecco significa que tengo el nivel para ser grande como ellos. Tengo un respeto enorme por sus figuras como rivales, e incluso todavía me intimida a veces pensar que estoy peleando con los grandes. Marc es muy honesto y es el primero en saber que hay pilotos muy buenos que pueden complicarle mucho la vida.
P. ¿Quiénes son los favoritos de cara a 2025?
R. Sin duda, Marc y Pecco. Están acoplados a la moto, llevan la Ducati y mi adaptación a la Aprilia seguro que será difícil. Yo daré mi 100% y el resto, ya veremos.
P. Muchos le han conocido de sopetón tras verse inmerso en medio del combate televisivo entre La revuelta y El hormiguero, ¿cómo ha vivido todo ese embrollo?
R. Bueno, fue un poco extraño, sobre todo porque estaba allí en el camerino. Esto a mí me ha pillado de refilón y está claro que la gente opina sin conocer demasiado y no lo puedes controlar. Habrá quien diga cosas buenas y otros que dirán cosas malas, pero nada puede hacer sombra a un campeonato del mundo, pase lo que pase. Yo quiero llegar a todo el mundo, tanto al público de El hormiguero como al de La Revuelta. Creo que son públicos totalmente diferentes y ambos pueden dar visibilidad a la historia de mi vida.
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