Todas las miradas puestas en Marc Márquez, el nuevo fichaje de Ducati
El ocho veces campeón del mundo centra toda la atención durante las primeras pruebas de la temporada 2025, donde contará con la mejor moto de la parrilla
Hubo hasta 13 cambios de garaje en menos de 48 horas, pero solo uno provocó un atasco de personal enfrente del taller. Este martes, a las once y diez de la mañana, en Montmeló se levantó la persiana del equipo oficial Ducati y allí se apiñaron técnicos, periodistas y otros trabajadores del Mundial de MotoGP. Todos querían inmortalizar el momento. Cinco minutos después, empezó la nueva etapa de Marc Márquez ‘El renacido’. Ataviado con su color favorito de arriba abajo para la ocasión, el rojo que vestirá también su Desmosedici GP de cara a 2025, firmó el cuarto mejor tiempo de la jornada, un 1m,39.454s que le situó justo por detrás de su nuevo compañero, el campeón destronado Pecco Bagnaia. Su hermano Álex, a más de seis décimas, fue el más rápido en el estreno con la GP24 recién coronada, con un 1m,38.803s. Jorge Martín, flamante campeón, tuvo que conformarse con un undécimo puesto y un tiempo a un segundo del mejor.
“Marc nos ha dicho de inmediato que la moto de 2025 es más fácil de pilotar”, explicó Davide Tardozzi, jefe de equipo de los italianos. El 93 apareció con casco, mono, guantes y moto completamente rojas, y toda una declaración de intenciones inscrita en sus cueros: “Todo al rojo”. Esa fue su apuesta al salir de Honda el año pasado, un movimiento que le permitió recuperar la sonrisa y la competitividad encima de la moto este 2024. “El fichaje que hice el año pasado ha sido un éxito, porque si no, este año anunciaría mi retirada”, decía justo después de terminar el GP Solidario de Barcelona en segunda posición y consolidar la tercera plaza del Mundial. Tras subirse a la que será la mejor moto de la parrilla el próximo curso, no pudo esconder la sonrisa: “Las sensaciones han sido buenas, me he sentido cómodo. Conocer la marca, a muchos ingenieros, ha facilitado también el trabajo, y hemos seguido un plan de trabajo muy estricto. Hice una apuesta arriesgada, y poder rematar en el equipo de fábrica fue la mejor noticia”.
Si es que es el mejor 🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣
— DAZN España (@DAZN_ES) November 19, 2024
¿Que mi hermano es más rápido que yo? Pues toma peineta para él y para el box de Gresini 😎
¡Qué momentazo entre @marcmarquez93 y @alexmarquez73! #BarcelonaTest #MotoGP 🏁 pic.twitter.com/t06j7JuEwM
Márquez rompió una sequía de 1.000 días sin ganar al subirse a la Ducati GP23 del equipo Gresini, su familia de acogida este curso. Sumó tres victorias y 10 podios, dejando por fin atrás su crisis física y deportiva provocada por las lesiones y el hundimiento de las fábricas japonesas en el certamen. Precisamente con una peineta de buen rollo a su exequipo, el octocampeón se despidió de una jornada de 49 vueltas muy positiva: “Les estaba mirando porque ya venían diciéndome que el martes terminarían por delante, y cuando he vuelto al garaje he visto que me estaban esperando. El gesto me ha salido desde el cariño”. Al 93 se le pudo ver departiendo con Bagnaia y los máximos responsables de Ducati, quienes no dudaron cuando lanzó su órdago definitivo en Mugello y pidió subir al equipo oficial de la fábrica de Borgo Panigale. Los datos indicaban ya que el catalán estaba haciendo magia con una máquina desactualizada, y a final de curso duplicó en puntos al resto de pilotos que usaron su misma configuración.
“Cuando hicimos la elección, evidentemente pensamos en la posibilidad de que Martín se convirtiera en campeón del mundo al final del año. Sabíamos que era un campeón de todos modos, un piloto con el potencial de ser el número uno”, explicaba Gigi Dall’Igna, máximo responsable del proyecto deportivo de los italianos. “No nos arrepentimos para nada. Eran situaciones que ya teníamos en cuenta y simplemente tuvimos que aceptarla. Sigo convencido de que fue la decisión correcta”, añadía. Márquez, preguntado sobre los objetivos de futuro, ya no se escondió: “Aquí tienes mucha más responsabilidad, estás obligado a luchar en las posiciones de delante, más todavía cuando llegas al equipo que mejores resultados ha conseguido estos años. El descanso invernal nos irá bien, pero mi nivel de confianza es alto”.
Por otro lado, Jorge Martín centró también muchas miradas en su estreno con Aprilia. El flamante campeón del mundo, que vio cómo Márquez le arrebató su anhelada moto roja, se mostró sonriente después de probar la máquina de la fábrica de Noale, la más modesta y con menor presupuesto dentro de la parrilla de MotoGP. “El recibimiento en el box ha sido muy agradable”, dijo el madrileño a las televisiones antes de subirse a la moto. Ducati prohibió a Martín pronunciarse ante los medios sobre su primera experiencia sobre la Aprilia, si bien los micrófonos abiertos en boxes permitieron constatar sus buenas impresiones. “El tren delantero es mejor que el de la Ducati”, empezó diciendo el español. “Todavía faltan todos los mapas, pero me he sentido bien en las curvas enseguida, y he tenido buenas sensaciones”, indicó a Daniele Romagnoli, jefe técnico que le ha acompañado desde su debut en la categoría y le ha seguido en esta nueva aventura.
“Está contento, las primeras sensaciones han sido positivas”, resumió Paolo Bonora, jefe de equipo de la fábrica del grupo Piaggio. Martín dio un total de 77 vueltas al Circuit de Barcelona-Catalunya donde se coronó el pasado domingo. Usó primero la moto que Aleix Espargaró utilizó en el gran premio, el modelo de 2024, y por la tarde se pasó al prototipo del 2025. En su primera salida con la RS-GP del futuro, sin embargo, se cayó en la curva cinco y ya apenas pudo volver a probarla el resto del día. La jornada dejó brotes verdes en Yamaha, enfado generalizado en Honda y el debut del murciano Fermín Aldeguer (Gresini Ducati), el japonés Ai Ogura (Trackhouse Aprilia) y el tailandés Somkiat Chantra (Idemitsu Honda) en la categoría reina.
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