A España no le sienta bien el plan B: derrota ante Egipto en fútbol masculino y se medirá a Japón en cuartos
La selección africana aprovecha los errores de la selección de Santi Denia, que acaba segunda de grupo, y se lleva la victoria con merecimiento
Contra todo pronóstico, España cayó a la segunda plaza de su grupo y ahora su camino hacia las medallas en París será aparentemente más complicado. Japón, con la que ya se midió en semifinales de Tokio 2021, espera en cuartos. Los de Santi Denia perdieron contra Egipto en un mal partido, jugado bajo el bochorno con una lentitud exasperante, y dejó escapar la oportunidad de completar una primera fase impecable. Ya había dado muestras de cierta debilidad defensiva en los dos partidos anteriores ante rivales menores como Uzbekistán y la República Dominicana, pero contra los africanos, que son un grupo curtido y entregado, al equipo español no le sirvió con exhibir su superioridad técnica.
Egipto entiende a la perfección que el fútbol es un juego de aciertos y errores, y lo que más le gusta es aprovechar los fallos de su rival, y como España no estuvo demasiado acertada en la calurosa tarde de Burdeos, los africanos estuvieron en su salsa ante un rival apagado que cometió pifias garrafales que le penalizaron en el marcador.
Porque el partido podía dar una sensación, pero el fútbol iba por otro lado. Los egipcios jugaban a dejar jugar a los españoles, pero tenían sus ideas muy claras y atacaban con sal cualquier herida de los hombres de Santi Denia, al que se le acabó atragantando su plan B. Apretaba España, pero poquito, con llegadas al área egipcia que se disolvían antes de atravesar la línea de cal.
Mucho pase, poca versatilidad, y los rivales sentados en el sofá comiendo palomitas a la espera de su oportunidad. Fallaron la primera vez, cuando Iturbe se estiró para enviar a córner un remate de Koka desde fuera del área, pero no la segunda, en un balón lanzado a la línea de medios que Mosquera disputó blando de cabeza. Ganó la pelea Zizo, que condujo la pelota hasta el borde del área, y allí se la dejó a Adel, que sumó el primer gol para Egipto con un disparo ajustado a la escuadra. Primer error, primer gol.
¿Una sorpresa? No tanto. Los egipcios jugaban con sentido a lo que saben jugar y los españoles seguían tocando y tocando sin opciones reales de empatar. Podrían haber visto una señal en la fragilidad de Egipto a la hora de defender los balones parados, pero no explotaron esa veta hasta que, otro partido más, Denia tuvo que recolocar al equipo en el descanso, y con Sergio Góméz sobre el césped, ganar algo más de profundidad, al menos en los primeros minutos, para hacer temblar a la zaga egipcia con los centros laterales.
Sin embargo, la brújula se estropeó otra vez con el segundo gol africano, cuando Pacheco dio un pase hacia atrás mirando al tendido, y circulaba por allí Adel de nuevo, la pesadilla egipcia, para agradecer el regalo y batir a Iturbe en su salida. Con el 0-2, el desconcierto de España fue total, hasta el punto de que pudo encajar el tercero en un despeje fallido de Diego López en el área pequeña. El remate de Adel lo salvó Iturbe sobre la línea.
Cuando después de un remate de cabeza de Camello que se estrelló en el poste, en un saque de córner, Samu consiguió el gol de España también de cabeza tras un centro lateral, a la selección española se abrió una oportunidad para empatar y recuperar el primer puesto del grupo, pero en los diez minutos de tiempo añadido, y a pesar de la evidente debilidad de Egipto en la defensa aérea, nadie más se aventuró a colgar balones sobre el área rival, como si fuera pecado hacerlo, así que se consumió el tiempo sin más novedad y España, aunque estará en las eliminatorias, lo hará como segunda de grupo.
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