Una gran España rinde a Grecia y a un gigantesco Antetokounmpo

Un equipo de nombre España venció a un majestuoso jugador llamado Giannis Antetokounmpo. La selección derrotó por 84-77 a Grecia en Lille, un triunfo imprescindible para seguir viva en el torneo después de la derrota inaugural contra Australia y a la espera de medirse el próximo viernes (17.15) a Canadá. Pasan a cuartos los dos primeros de grupo y dos de los terceros mejores, y España al menos se ha ganado el derecho de pujar por viajar a París. La cita requirió superar a un hombre capaz de todo como Antetokounmpo, autor de 27 puntos y 11 rebotes, imparable cuando enfilaba el aro, un portento físico y uno de los mejores jugadores del planeta. Detenerle (o intentarlo) fue una tarea gremial, un trabajo de todos, el símbolo de esta España de muchas manos y muchos corazones, todos remando en la misma dirección. Emergieron otra vez Aldama (19 puntos y 12 rebotes), que no para de asumir más y más galones en el grupo, y Llull (13 puntos y 11 asistencias) para descabalgar a la selección que entrena el mítico Vassilis Spanoulis.

Canadá venció a Australia (93-83) en el otro encuentro del grupo y todo queda abierto para la última jornada. España estará en cuartos si vence al poderoso equipo canadiense, con 10 jugadores de la NBA. Si pierde, y Grecia derrota a Australia (13.30), habría un triple empate que se solucionaría por la diferencia de puntos. Un triunfo heleno por entre 3 y 17 puntos dejaría fuera al grupo de Scariolo. Y si España es tercera dependerá también de los resultados de los otros dos grupos. Un laberinto.

El efecto Anteto se hizo evidente en la primera secuencia. Willy falló el tiro ante la muralla y en el tablero contrario el griego penetró, imantó a dos defensores y su pase doblado al exterior lo convirtió Calathes en el primer triple del encuentro. España intentaba atacar al gigante con Aldama sacándole de la pintura, pero Anteto tiene mil caras: recibe el balón en el exterior, dribla, acelera con su corpachón y machaca, todo en un visto y no visto. Willy cargó muy pronto con dos faltas y enfiló el banquillo. Garuba heredó la misión de esposar al astro y ahí el español expone todo su tonelaje, aunque cuando Anteto cuerpea es un peso pesado imposible de detener. La estrella golpeaba por dentro, y por fuera seguía picando Calathes (10-17). Anteto voló sobre cualquier terrestre para hundir un balón que jugueteaba en el aro tras una bandeja del base. No se anda con contemplaciones. La mecha española la encendió primero Aldama, el interior más lúcido en ataque, y después Llull. Dos triples del escolta, el segundo una mandarina de las suyas sobre la bocina, y el sudor defensivo de Garuba lideraron la reacción antes de la primera pausa (21-22). Entre Llull y Aldama sumaron 18 puntos en ese tramo.

Respiro para Anteto, que había jugado cada segundo. Era la hora de la tregua y otro bingo exterior de Llull adelantó por primera vez a la selección (24-22). Quedaba pendiente la tarea de cerrar el rebote en la canasta propia, la condena frente a Australia, pero España ya tenía otra cara. Rudy, que se las sabe todas, desquició con una antideportiva a Toliopoulos, y afinó desde el exterior. Regresó Antetokounmpo y España puso en marcha el sistema de ayudas para detener al líder de Grecia. Esta vez le tocó arremangarse a Pradilla y el ala-pívot no solo cumplió en las labores más oscuras, sino que sumó puntos a la mochila de la selección. Llull continuaba enchufado para coger fuerte el timón y Abrines y Brizuela martillearon el aro griego desde el perímetro. El partido requería cada gota de entrega en defensa. España bordó ese segundo cuarto con un parcial de 28-13 para atrapar el descanso con una buena renta: 49-35.

Cuatro puntos de Antetokounmpo en un minuto anticiparon por dónde vendría la ofensiva de Grecia. Balones al mejor. El plan español era otro. En ausencia de genios como los de antes, la tarta se reparte. Dos triples seguidos de Walkup y Papanikolaou y un soberbio mate de Anteto tras cazar el rebote ofensivo apretaron las distancias (55-47). Picó entonces Willy, que había regresado después de un segundo cuarto en la silla de pensar. Y Aldama provocó una falta en ataque de Antetokounmpo, que cargó como un tanque. De repente se abrió un pique entre los dos únicos hombres de la NBA en el partido. Grecia es un rival temible cuando la caldera coge temperatura y un triple de Toliopoulos en la última acción del tercer periodo elevó aún más la electricidad en el Pierre Mauroy (62-56).

Dos más uno de, quién si no, el señor Giannis Antetokounmpo. Otra canasta en un mano a mano con Pradilla de no hace falta decir quién... España sufría un acoso y en la acera contraria le costaba encontrar huecos para el lanzamiento, sostenida por los triples de Rudy y Juancho. Grecia respondía además con los misiles de Toliopoulos. Y Anteto dejó un póster all star con una carrera y un mate descomunal ante Aldama. Igual daba el jugador que se le pusiera enfrente (71-71). Rudy había quedado fuera de combate por un golpe en la cabeza recibido de Juancho en la lucha por un rebote. No se borra el capitán de ninguna pelea. A los 39 años, en sus sextos Juegos, tendrá el cuerpo maltrecho, pero su pasión es de acero. Aldama taponó y machacó el aro griego, Papanikolaou acertó a distancia, percutía Anteto... El encuentro se decidía en un suspiro. La estrella de la NBA dispuso de un triple para empatar en el último minuto, pero esta vez falló. España resistió al emperador griego y, una vez más, brilló la fortaleza de su grupo para seguir con vida en los Juegos Olímpicos.

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