Giannis Antetokounmpo, los caminos de la vida
En Giannis, el MVP que surgió de la miseria (JC) José Manuel Puertas presenta la compleja historia del jugador. Nacido en Atenas, hijo de nigerianos emigrados, durante su infancia acompañó a sus padres en la venta callejera de DVD
El sueño americano cada vez es más global y menos americano. Aunque casi siempre que se hace realidad surge alguna escena que parece salida de una película estadounidense. Por ejemplo: el cazatalentos deportivo que se sale de las zonas habituales de búsqueda y un día, fruto de su buen ojo y de la casualidad, se cruza con un futuro jugador de la NBA. Y ni tan siquiera le hace falta verlo jugar al baloncesto para imaginar el porvenir. Así sucedió con Giannis Antetokounmpo. El hoy jugador más destacado de los Milwaukee Bucks comenzó a tejer su destino cuando jugaba a perseguirse con dos de sus hermanos en una cancha deportiva del barrio de Sepolia, en Atenas. Spiros Velliniatis, el entrenador-ojeador que lo descubrió, se fijó en los cambios de dirección, en aquellas enormes manos y pronosticó que, además, eran unos cuerpos preparado para crecer. “Pensé que había encontrado a Magic Johnson, Michael Jordan y Julius Erving, todos allí juntos”.
Pero las historias de sueños cumplidos también tienen matices y tienden a olvidar las partes que se acercaron a la pesadilla así como los múltiples momentos en los que todo está a punto de descarrilar. En Giannis, el MVP que surgió de la miseria (JC) José Manuel Puertas presenta la compleja historia del jugador.
Nacido en Atenas, hijo de nigerianos emigrados a principios de los 90, durante su infancia acompañó a sus padres en la venta callejera de DVD, carteras, relojes, bolsos o gafas de sol. No tenían papeles de residencia, lo que convertía cualquier encuentro con la policía en una moneda al aire. Sufrieron un desahucio. Y cuando sus vidas se cruzaron con Velliniatis, Giannis dijo que prefería el fútbol. Después, su inconsistencia para los entrenamientos. Las dudas de sus padres. Apátrida hasta 2013 —su talento deportivo lo ayudó a conseguir la nacionalidad griega—. Los Adetokunbo pasaban a llamarse Antetokounmpo. Eran las primeras páginas de una nueva versión de los inescrutables caminos de la vida.
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