Los errores de Szczesny abren el debate en la portería del Barcelona
La experiencia del polaco no arregla los problemas defensivos del equipo de Hansi Flick
En el estadio Da Luz, señalado como un templo maldito para el Barcelona desde que Messi y compañía se llevaron el histórico saco de goles frente al Bayern en la Champions de 2020 (2-8), el equipo de Hansi Flick vivió una noche tan espectacular como caótica, retrato de un equipo joven que ni siquiera la veteranía de un portero como Wojciech Szczesny (34 años) rescató. Al contrario, la presencia del polaco agudizó el temblor de la zaga azulgrana que, desde la victoria frente al Real Madrid en la Liga (0-4), solo ha mantenido la portería a cero en tres ocasiones: contra el Brest (Champions), frente al Barbastro (Copa del Rey) y ante el Athletic (Supercopa). Un total de 24 dianas recibidas en 17 partidos.
“Le vimos en la Supercopa”. Así explicó Hansi Flick la presencia de Szczesny en la Champions. No era la primera vez que aireaba una reflexión similar. “Para mí, han cambiado muchas cosas en la Supercopa”, subrayó tras el partido frente al Betis. Resultó paradójica la apuesta del técnico alemán: el triunfo del Barcelona en Arabia no fue justamente la mejor carta de presentación del portero polaco. A pesar de que se había estrenado como titular en la Copa ante el Barbastro, Szczesny no regó de seguridad a la zaga frente al Athletic en la semifinal, mucho menos en la final contra el Madrid. De hecho, una salida en falso del polaco terminó con su expulsión, que representó el final de lo que pintaba una goleada (aún) más contundente. Pero, justificó Flick la decisión de entregarle la portería azulgrana al polaco, “su personalidad es muy buena y hemos decidido que juegue. Hoy es importante tener a alguien con su experiencia y personalidad”.
Flick, en cualquier caso, intentó ocultar la presencia de Szczesny ante el Benfica. “No lo he hablado con De la Fuente [preparador de porteros]”, sostuvo en la previa del duelo ante el Benfica. Pero el alemán ya había tomado la decisión y se la había comunicado al área deportiva. “Uno de los motivos por los cuales fuimos a buscar a Tek [así llaman al polaco] era por su experiencia. No solo es importante cuando juega”, aseguran desde los despachos la Ciudad Deportiva. “Ha sido uno de los mejores fichajes que hemos hecho. Es magnífico ver cómo juega y que muestra su experiencia a los más jóvenes”, elogió Flick al exportero de la Juventus, retirado después de la Eurocopa, repescado por Deco tras la lesión de Ter Stegen.
Cuando el capitán se rompió frente al Villarreal, Flick tenía claro lo que necesitaba: apostaría por Iñaki Peña, pero nada más. No podía dejar la portería en manos de Astralaga (20 años) y Kochen (18). Aunque en la Masia señalan a Kochen como el heredero de Ter Stegen, Deco buscó a Szczesny, que había acumulado 548 partidos entre el Arsenal, el Brentford, la Roma y la Juventus. Además, había sido internacional en 84 ocasiones con Polonia.
De entrada, cuando Szczesny aterrizó en Barcelona, Flick llenó a Iñaki Peña de confianza. “Tú serás el titular”, le tranquilizó. Sin embargo, a medida que Szczesny recuperaba su mejor estado de forma, comenzaron los rumores. “Jugará en la Copa”, avisaban en la Ciudad Deportiva. Ocurrió que tras el despiste de Peña —llegó tarde a una charla en Arabia—, el polaco custodió los tres postes en la Supercopa. Pero el error de puntualidad de Peña se compensó con el de Szczesny para frenar a Mbappé. Entonces, parecía que ya nadie movería al canterano del once inicial. “No está tan claro”, advertían, por entonces, desde el área deportiva.
Unos días más tarde, Flick comentó su decisión: utilizar a Peña en la Liga y a Szczesny en la Copa y la Champions. El problema para Flick fue que la experiencia de Szczesny no borró su falta de ritmo competitivo. El polaco se marchó de Lisboa con dos errores groseros en su planilla. Primero calculó mal y se llevó por delante a Balde. ¿El resultado? Gol de Pavlidis. Después derribó a Aktürkoglu en el área. Penalti para el Benfica que Pavlidis cambió por gol. “Ha hecho errores, pero todos los jugadores en la primera parte han hecho errores”, defendió el preparador alemán a Szczesny. “Además”, añadió, “nos ha salvado en la segunda parte”. No engañaba Flick. El polaco se impuso con autoridad en un mano a mano a Di María cuando el duelo estaba 4-4.
“Tenemos una plantilla joven. Hay que aprovechar la experiencia de nuestros jugadores más veteranos. Respetamos la decisión de Hansi con Tek”, concluyen desde el área deportiva. En Lisboa, sin embargo, la veteranía no fue un grado, mientras Peña miraba el descalabro defensivo desde el banquillo. El caos de Lisboa no cierra el debate en la portería azulgrana, al contrario: lo abre.
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