Dani Olmo toma el control del juego para silenciar al Borussia

La Südtribüne del Signal Iduna Park intimida. Ese Muro Amarillo (Die Gelbe Wand) de 100 metros de ancho, 52 de largo y 40 de alto; con una inclinación de 37 grados; y con capacidad para unos 25.000 espectadores, que, como si fuera poco, (casi) nunca dejan de cantar, puede asustar a cualquiera. No lo hizo, sin embargo, con el Barcelona de Hansi Flick, tampoco con Dani Olmo. Después de cuatro años en la Bundesliga, en los que marcó 29 goles y repartió 34 asistencias en 148 partidos con la camiseta del RB Leipzig, el 20 azulgrana era el señalado por Hansi Flick para tomar el mando del juego del Barça en la casa del Dortmund. No falló. Hasta que Olmo estuvo en el campo el Barça controló el cuero. Después, en el golpe por golpe, apareció el olfato goleador de Ferran Torres.

“Podemos estar muy felices de lo que hemos hecho, como hemos creído. La primera parte ha sido maravillosa y en la segunda parte, cuando ellos han marcado, hemos sido estables”, analizó Hansi Flick. En la previa del viaje a Alemania para disputar el sexto partido de la liguilla de la Champions League, el entrenador del Barcelona dudaba sobre el once ideal para saltar a jugar frente al Borussia Dortmund, uno de los equipos instalados entre los primeros ocho de la tabla. Flick no sabía si llamar la atención a sus muchachos después del empate frente al Betis, un nuevo tropiezo, traducido en cinco puntos de los últimos 15 disputados en la Liga. Sin las ideas claras, el técnico habló con su staff sobre la posibilidad de sumar a Frenkie De Jong al once inicial. Había dos problemas. El primero, el neerlandés no está en plena forma, ni física ni mental; el segundo, ¿quién sería el señalado?

Si tenía en cuenta los datos del GPS, Dani Olmo era la primera opción. El 20 ya no había jugado frente a Las Palmas a pesar de que se encontraba disponible. Al técnico alemán le habían advertido de que podía lesionarse. Entonces, optó por evitar todo riesgo: no jugó ni un minuto frente al cuadro canario a pesar de estar en el banquillo. Pero frente al Dortmund era diferente. Hansi Flick no estaba dispuesto a borrar a uno de sus jugadores franquicias, el fichaje más importante del Barcelona en el último verano. Un sobreesfuerzo económico para la delicada economía azulgrana. De hecho, Olmo solo está inscrito en el fair-play financiero de la Liga hasta el próximo 1 de enero.

“Seguro que vamos a poder inscribirle”, salió al cruce Deco, el director deportivo del Barcelona, minutos antes del escopetazo inicial del duelo frente al Borussia en Dortmund. Después de que el nuevo contrato de Nike no terminara de finiquitar los problemas del Barcelona con el fair-play, Mundo Deportivo reveló el pasado martes que Dani Olmo tiene en su contrato una cláusula en la que quedaría libre en el caso de que el Barça no pudiera inscribirlo. Una situación que la entidad azulgrana ya padeció en el último mercado: no pudo contar con Olmo en los dos primeros partidos de la Liga. “Espero y deseo que el Barça lo logre, soy positivo y optimista. Al final el Barça siempre consigue inscribir a los jugadores, pero ya veremos… Además, es un jugador que me gusta mucho”, expuso Javier Tebas, presidente de la patronal.

En el Barcelona trabajan en diferentes alternativas para lograr su inscripción. Trabajan en una nueva palanca: vender los nuevos palcos vips del Camp Nou. En caso de que no funcione, el presidente Joan Laporta estaría dispuesto a volver a avalar como ya lo hizo el verano pasado para inscribir a João Félix y a João Cancelo.

Olmo, en cualquier caso, está tranquilo. Y lo demostró en el campo del Borussia Dortmund. El 20 fue clave para complementar a Raphinha y a Lamine Yamal para que el Barcelona recuperara la presión intensa ante el Dortmund, también para que los azulgrana se adueñaran del cuero en la primera parte: 66%. De sus botas emergió el pase para que Raphinha firmara el 0-1. “Lo positivo ha sido la posesión del balón en la primera parte. Hemos jugado con calma. Cuando hemos hecho los cambios con Fermín y Ferran han sido directo”, destacó el preparador del Barcelona.

Pero Flick no quería sustos. Y, para evitar cargar más las piernas de Olmo, lo reemplazó en el minuto 71. Tampoco completaron el partido Raphinha, Lewandowski y Lamine Yamal. Fue entonces cuando el Barcelona perdió el control del partido, no el del marcador. “Sufrir no es la palabra correcta El Dortmund ha jugado muy bien. Son jugadores fantásticos que tienen un ritmo muy alto, pero lo hemos hecho bien. Los goles han pasado porque hemos cometido errores. Siempre podemos mejorar, pero hoy tengo que decir felicidades al equipo porque lo han hecho genial”, concluyó el preparador del Barcelona.

Sin Olmo en el campo, los focos se posaron en Ferran Torres. Siempre oportunista, el delantero valenciano finalizó lo que Olmo había empezado: silenciar el ruidoso Muro Amarillo.