Las futbolistas españolas van a la huelga
Después de una reunión maratoniana entre patronal y sindicatos intermediada por el SIMA, se rompen las negociaciones por 3.000 euros y el balón no rodará en las dos primeras jornadas de la Liga F
Fue una jornada maratoniana entre los cinco sindicatos que representan a las futbolistas (FUTPRO, AFE, Futbolistas ON, CC OO y UGT) y la patronal de LaLiga, además de sus abogados y varios representantes de los equipos de la Liga F —Atlético, Athletic y Levante Las Planas—; fue, también, la constatación de que la huelga que anunciaron las futbolistas de las dos primeras jornadas ligueras seguirá hacia delante; y fue, claro, un nuevo fracaso de unas negociaciones enmarcadas en el convenio colectivo que comenzaron el 25 de enero del curso anterior, estancadas por decreto. Y la culpa la tuvieron 3.000 euros.
Citados todos a las 10.30 de la mañana en las oficinas del SIMA (Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje FSP), el tiempo corría en contra de todos porque la Liga F comienza este fin de semana y sobrevolaba el aviso de que las futbolistas no se calzarían las botas, disconformes con la tanta profesionalidad que se exige y la poca que se les reconoce. Por eso enviaron la semana pasada un mail a la patronal —con remitente al Ministerio de Trabajo, como reclama la ley— para advertir de que harían huelga las dos primeras jornadas de la temporada. Entendían que no se les mejoraban las condiciones básicas, unos mínimos. Ya no solo en lo económico, sino también en aspectos de conciliación familiar y maternidad, ayudas en materia de lactancia o cuidado de los hijos durante los entrenamientos, además de ayudas a la formación y desarrollo profesional de las futbolistas, entre los que se encuentran la creación de un fondo para sufragar sus estudios universitarios. Se trataba de un convenio por tres temporadas. Pero como apenas se ha dado la voluntad de hablar, los términos cambiaron a la carrera para que, al menos, el balón echara a rodar este fin de semana. Ni con esas.
Los sindicatos, visto que el no de la patronal era el saludo, decidieron plantear —siempre con el beneplácito de la asamblea de las jugadoras, con la que hablaban regularmente durante la jornada vía telemática— un primer acuerdo que se basara en lo económico y que solo fuera para esta temporada, con la condición de seguir hablando durante el curso sobre el convenio. Del resto de asuntos y carpetas no se dijo ni una palabra. Así, la parte social propuso de buena mañana una rebaja salarial de 5.000 euros, pues de los 30.000 que exigían se quedaron en 25.000. Una oferta que discutió la patronal y en la que participaron los clubes, diálogos en privado que se extendieron por dos horas y que concluyeron en una negativa. Así que ofrecieron 20.000 cuando lo máximo que habían propuesto hasta la fecha eran 18.000 en un plan a cuatro temporadas que ascendía paulatinamente a 20.000 en el siguiente año, 22.000 en el curso 2025-26, y 24.000 en el próximo. Las jugadoras rechazaron la oferta y vuelta a empezar.
El siguiente paso de los sindicatos fue rebajar a 24.000 el salario mínimo y la patronal no se movió de los 20.000. Más de lo mismo. Y como última intentona, las jugadoras dijeron que aceptarían 23.000 euros. Después de otras dos horas reunida la patronal, se quedó en 20.000, rechazando hacer una ampliación. “Pues nos vamos a la huelga”, resolvió la asamblea de futbolistas, que no entienden que por 3.000 euros, que afectarían a entre 130 y 150 jugadoras, no se llegue a un acuerdo al menos para esta temporada. La respuesta de la patronal, que ya sabe que al menos en la primera jornada liguera no rodará el balón, fue citar de nuevo a los sindicatos el próximo martes en las oficinas del SIMA. “Pero si hoy nos dicen que suben a 23.000, se acaba la huelga de inmediato”, advierten desde los sindicatos.
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