Kimi Antonelli, la nueva estrellita de Mercedes
El joven parece llamado a debutar en la Fórmula Uno antes incluso de cumplir los 18 años
La Fórmula 1 no vive al margen de la obsesión que impregna la mayoría de instituciones deportivas, bien sean equipos de fútbol, de baloncesto o de lo que usted quiera, por detectar el talento lo antes posible, y así comenzar a rentabilizarlo. Red Bull no paró hasta que hizo debutar a Max Verstappen en 2015, antes de haber cumplido los 17 años y medio. Este mismo curso, Oliver Bearman se convirtió en el tercer novato más precoz de la historia (menos de 18 años), en el Gran Premio de Arabia Saudí, donde fue llamado por Ferrari ‘in extremis’, para sustituir a Carlos Sainz, mientras el madrileño era trasladado al hospital, para ser operado de urgencia de apendicitis. El próximo de la lista tiene todos los números de ser Andrea Kimi Antonelli, la nueva perla que Toto Wolff, el director de Mercedes, quiere hacer saltar a la pista lo antes posible.
A sus 17 años, este chico nacido en Bolonia aspira a convertirse en el primer italiano en ganar un gran premio desde que Giancarlo Fisichella lo hizo en Malasia, en 2006, y con Renault. Eso ocurrió medio año antes de que Antonelli naciera. Quienes le han visto manejarse en las categorías inferiores se atreven incluso a decir de él que tiene material de futuro campeón. Por más que muchos den por hecho que su segundo nombre viene dado por la admiración que el padre del chico tenía por Kimi Raikkonen, no hay ningún testimonio directo que acredite tal afirmación. A pesar de ello, el muchacho tiene ciertas cosas en común con el finlandés. Sobre todo, una: ambos están habituados a subir los escalones de dos en dos, a saltarse etapas intermedias. Si el Hombre de Hielo pasó directamente de la Fórmula 3 a la F1 sin pasar por la 3000, Antonelli hizo lo mismo esta temporada, en la que compite en la Fórmula 2, con la estructura Prema, la misma por la que en su día pasaron Charles Leclerc, Óscar Piastri, entre otros; después de brillar en la F4 hace dos años, cuando se coronó en los campeonatos italiano y alemán.
Fue su padre, Marco, un piloto profesional de turismos, quien inoculó en él el gusanillo de las carreras. Quien le pagó su paso por el karting, en Italia, y quien hizo posible que Mercedes se fijara en él, y le incorporara a su programa de formación de corredores cuando el chaval tenía 13 años (2019). Desde entonces, Antonelli siempre ha estado tutelado por Wolff, que no parará hasta verle metido en un monoplaza de F1. La influencia del ejecutivo austríaco, sobre todo en Mercedes y en los equipos clientes del fabricante de la estrella, puede incluso precipitar un estreno durante este mismo ejercicio. La idea de Wolff es que el muchacho acumule tantos kilómetros como sea posible a lo largo de este 2024, para prepararle para una eventual incorporación a las Flechas de Plata, puede que incluso en 2025.
Para ello, y para conseguir la superlicencia imprescindible para alistarse en la F1, Antonelli anda enfrascado en una apretada agenda de pruebas privadas, con los Mercedes de 2021 y 2022, que han ratificado el talento que tiene. “Además”, cuenta a EL PAÍS alguien que ha estado presente en alguno de esos ensayos, “tiene un carácter que parece moldeado para la F1 actual. Es extrovertido y muy relajado, y no tiene ningún problema en reír y hacer bromas”. De cualquier forma, antes de pensar en meterse en el Mercedes que dejará libre Lewis Hamilton cuando se vista de rojo Ferrari, el boloñés tiene que quemar otra etapa, seguramente en Williams. Allí es donde tiene su punto de mira Wolff, concretamente en el coche que actualmente conduce Logan Sargeant. El norteamericano es el eslabón más débil de la formación de Grove (Gran Bretaña), circunstancia que ha quedado clara en varias ocasiones. En Australia, por ejemplo, Sargeant no pudo correr el domingo después de que sus jefes decidieran birlarle el coche y cedérselo a Alex Albon, su compañero, que destrozó el suyo en los entrenamientos. Lo que ocurre es que, una cosa es ser el perjudicado en este tipo de coyunturas, y otra, bien distinta, aceptar que a uno le dejen en tierra de forma permanente, cuando, además, ha invertido mucho esfuerzo —y dinero— en hacer realidad su sueño.
En Miami, donde Verstappen logró este sábado una nueva pole —Sainz fue tercero y Alonso, 15º; carrera este domingo a las 22.00, Dazn-, trascendió que Williams ha pedido a la FIA un salvoconducto que, de ser aceptado, permitiría a Antonelli formar en la parrilla de un gran premio antes de cumplir los 18 años, algo que tendrá lugar, precisamente, el domingo en que se celebra el Gran Premio de Holanda, el 25 de agosto.
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