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La carga de minutos de Rodri enciende una alerta en la Roja

El español, considerado el mejor del mundo en su posición, acumula 5.107 minutos este curso

Rodri
Rodri salta al campo en el duelo entre España y Croacia.Alex Pantling - UEFA (UEFA via Getty Images)
Juan I. Irigoyen

Rodri (Madrid, 27 años) es el futbolista español con mayor valor de mercado (120 millones, según Transfermarkt). Él, sin embargo, viaja en Ryanair. No es la única paradoja en la vida del mediocentro. Le rehúye al marketing, pero estudió administración de empresas. Es considerado el mejor mediocentro del mundo, pero en el pasado Mundial jugó de central. Es el líder de un equipo de autor como el City de Guardiola, pero no cree en el estilo.

Todo, en cualquier caso, lo hace en silencio, con paciencia. Rodri habla en el vestuario. Por supuesto, también en el campo. “El liderazgo y la capitanía no tienen un patrón que seguir. A nadie le enseñan a ser líder, vas aprendiendo de compañeros. Yo tuve a Busquets y a Ramos. Un líder, en los momentos de tempestad, debe tener más calma y aportar luz cuando la gente no confía. El líder es el que intenta que nadie se baje del carro”. Y el primero que no se quiere bajar del carro es él, aunque acumule 5.107 minutos esta temporada. Una nueva paradoja.

Después de que el City empatara en el duelo de ida de los cuartos de final de la Champions ante el Madrid en el Bernabéu, Guardiola liberó a sus jugadores. Rodri se quedó en casa, en Madrid. Su regreso a Mánchester, lejos de utilizar un chárter privado, se subió a un vuelo low-cost. No le gusta ostentar ni las redes sociales. “Prefiero una buena conversación con una persona a tener miles de mensajes en redes sociales. Sé que se trata de un enfoque bastante inusual, sobre todo cuando practicas una profesión de cara al público como el fútbol. Me siento más cómodo así”, explica Rodri. Hijo de un ingeniero y de una directora de marketing, el mediocentro comenzó a estudiar ADE durante su etapa en el Villarreal. Allí, en la residencia de estudiantes, conoció a su pareja Laura. Ella es médica; los dos finalizaron sus carreras en Mánchester.

“No le podía decir a Pep: ‘Perdón no puedo ir a la final, tengo un examen”, recuerda Rodri. No era su única dificultad: el mediocentro había saltado del fútbol de Simeone al de Guardiola. En su primera temporada en el City, el madrileño se subió a una montaña rusa emocional. Hasta hubo en el Etihad quien quiso colocarlo en el mercado. En el staff de Pep no estaban de acuerdo: “Rodri es el futuro”. En el segundo año, sin embargo, Guardiola lo dejó fuera del once en la final de la Champions: Gündogan jugó de pivote en la derrota ante el Chelsea. Pero no claudicó. Y convenció a Pep: “Fue un fichaje increíble para el City. Es el mejor del mundo en su posición. Puede hacerlo todo. Tiene calidad para leer el juego, tiene la mentalidad correcta, siempre está listo. Rodri es top, top”.

Sin embargo, Rodri ya consolidado como el mejor de todos en su posición, aceptó retrasar su posición en el mundial de Qatar. Bajo el mando de Luis Enrique, el jugador del City se metió en la cueva para dejar a Busquets de 4. “Ha sido el mejor pivote de nuestra historia”, reconoció tiempo después. Desde la RFEF alabaron la actitud del madrileño: “Asumió su rol sin protestar. Demostró ser un jugador de equipo, inteligente”. Su nueva posición en Qatar le exigió más esfuerzo físico: “No estoy acostumbrado a esos movimientos”. Pero no se quejó. España cayó en octavos y Rodri seis meses más tarde levantó la Champions con el City. Ya no había dudas, ni del fútbol de Rodri —MVP del torneo— ni del sello de Guardiola —ganó la Orejona con otro equipo distinto del Barcelona—. Rodri, sin embargo, no cree en los estilos: “El único que vale es el que te lleva a ganar”.

Tan sobrio como discreto, tan humilde como centrado, Rodri toma el mando en el City y en España. Nadie acumuló tantos minutos como él en Mánchester (4.413) ni en la Roja (694). Un trajín (5.107 en total) que pone en alerta a la expedición española en Alemania. “Físicamente está muy bien. Es un jugador clave para nosotros, importantísimo. No vamos a especular”, sostuvo Luis de la Fuente.

“Rodri is on fire”, cantaban en el vestuario de la selección española tras consagrase en la Nations League. “Rodri es capaz de dominar el juego a su antojo”, se rinde Spalletti. Su fútbol arde; su físico, no. La última paradoja de Rodri. Y a De la Fuente le preocupa.

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Sobre la firma

Juan I. Irigoyen
Redactor especializado en el FC Barcelona y fútbol sudamericano. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Ha cubierto Mundial de fútbol, Copa América y Champions Femenina. Es licenciado en ADE, MBA en la Universidad Católica Argentina y Máster de Periodismo BCN-NY en la Universitat de Barcelona, en la que es profesor de Periodismo Deportivo.
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