Con Luis Enrique por bandera

Al sur de la Eurocopa un partido sopa espera a España y Suecia, con Sevilla hirviendo (21.00, Telecinco). La Roja llegó este domingo tras aclimatarse en la también sofocante Madrid. Su adversario aterrizó el sábado por la noche en la capital andaluza y se probó un día después en el estadio de La Cartuja. Lo hizo a mediodía, a 33 grados, con todos suda que suda como regaderas. Curiosa, o al menos sarcástica, la respuesta de Jan Andersson, técnico sueco, al respecto: “También en el Mundial de Rusia de 2018 hizo calor”. Un tipo optimista. Lo comprobará el viernes, cuando su selección dispute el segundo partido en San Petersburgo. De Sevilla saldrá pitando tras el encuentro.

Con el abrasivo bochorno como determinante, corresponderá a la selección que dirige Luis Enrique marcar el camino del encuentro. Por su puesta en escena como local y por su ideario táctico, España se verá obligada a llevar el peso del partido frente a un rival con hueso, más equipaje físico que ilustrado. Una Suecia de juego directo con tendencia al atrincheramiento. Una selección gregaria a la espera de una aventura de Isak. Sin Ibrahimovic, lesionado, el punta de la Real Sociedad es su delantero más categórico. A rebufo, Jordan Larsson, jugador del Spartak de Moscú de 23 años, hijo de Henrik Larsson, exfutbolista del Barça y actual auxiliar de Ronald Koeman.

Sostuvo hace unos días el seleccionador español que su equipo está entre los favoritos. Como tal han despegado Italia, Bélgica e Inglaterra. Habrá que ver si a la Roja no le penaliza el mal de altura. Un grupo sin dinastía en el que muy pocos se han probado en una gran pasarela internacional de selecciones. Tampoco se ha examinado Luis Enrique, líder de una España por definir. Tan incierta que cavilar su banda sonora sería pura ficción. Hay ruido, mucho ruido, alrededor de la portería (Unai Simón, De Gea, Robert Sánchez...). Lo mismo que con el ariete (Morata, Gerard...). ¿Dos centrales zurdos, Pau y Laporte? ¿Extremos como Ferran y Oyarzabal? ¿Llorente como lateral ortopédico o el convencional Azpilicueta campeón de la última Champions?

16.000 espectadores en La Cartuja

Una catarata de interrogantes. No para Luis Enrique. Y desde hace tiempo. “Hace un año, más o menos, dije a los jugadores que iría a la Euro con una idea clara de cómo jugar y que aquellos que se adaptaran irían convocados”, subrayó este domingo el técnico asturiano, “un líder, para lo bueno y lo malo”. “Mala señal sería”, agregó, “que el entrenador no fuera un líder”, aunque en esta selección “todos deben ser líderes en el campo”. Un liderazgo debilitado sin Busquets, máxime en un equipo sin un espinazo claro. Una Roja bachiller, primaveral a veces, rasa en otras ocasiones. “Creo que tenemos una buena mezcla, hemos conseguido un buen mix entre juventud y experiencia”, apuntó Luis Enrique.

Mientras se repasan españoles y suecos en sus respectivas cancillerías, el fútbol español tiene motivos para el brindis. Por fin, el público está de vuelta, por más que en La Cartuja, con aforo para 60.000 personas, solo puedan congregarse 16.000, entre ellos unos 2.000 suecos. Todo un resplandor en estos tiempos. Como los brotes que se ven, de momento, con el dichoso VAR. En este amanecer de la Eurocopa no parece que vaya a dar mucho el peñazo. Por ahora, más bien prudencia, los árbitros al frente. Solo un recurso de emergencia para los jueces en caso de error clamoroso. Era su espíritu embrionario. Veremos. A la espera de si el VAR da o no el cante, turno para España con Luis Enrique por bandera.

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