Gerard Moreno: “Bendita la responsabilidad de tener que marcar goles”

Gerard Moreno (San Perpètua de Mogoda, Barcelona; 29 años) tiene la responsabilidad de llevar el nueve de una selección a la que se le achaca falta de gol. Sus 23 tantos en Liga con el Villarreal y los siete que anotó en la Liga Europa que terminó conquistando su club le han convertido en el mejor goleador nacional del curso. Sin embargo, su fútbol es más que el remate desde que Quique Sánchez Flores, en el Espanyol, le colocó como mediapunta caído a la derecha. Desde entonces, su crecimiento le ha llevado hasta esta Eurocopa. El ataque de la covid-19 a la concentración de Espala en Las Rozas provoca que la entrevista transcurra en una jaima al aire libre.

Pregunta. ¿Ha sido tan grande el desgaste psicológico desde el positivo de Busquets como dice Luis Enrique?

Respuesta. Los días se hacen muy diferentes, está la incertidumbre de si puede haber más casos, entrenar y comer solos cuando la primera semana estábamos todos juntos... Pero creo que llegamos preparados para el primer partido ante Suecia porque el trabajo, aunque individual, ha sido intenso y buscando mejorar tácticamente. Aunque es un rollo estar así, sin poder ir a la sala de juegos o sentarse en una mesa sin estar todos juntos. A ver si con la normalidad también vuelve el capi Busquets.

P. Lleva el nueve de una selección a la que se le achaca a menudo falta de gol.

R. La responsabilidad del gol la tenemos todos, sabemos que ocasiones vamos a tener porque atacamos mucho, nos gusta tener el balón y hacemos una presión alta que si recuperamos estamos muy cerca de la portería. Todos tenemos nuestra responsabilidad, pero bendita la que tenemos los delanteros de hacer gol.

P. ¿A veces no tienen la sensación de que sacan poco rendimiento a todo el desgaste que hacen en la presión y en todo lo que dominan a los rivales?

R. Hay partidos y partidos, pero la idea es clara y está muy definida. Eso es difícil encontrarlo en una selección. He visto muchos partidos donde te llegan una vez, te marcan, y pierdes, pero confío más en ese camino, en atacar y en tener ocasiones. Quizá habrá algún encuentro en el que no marquemos o no estemos precisos, pero todos pensamos que este estilo es el que más nos beneficia.

P. Esta temporada ha marcado 30 goles, algunos de goleador muy fino.

R. Intentas finalizar de la mejor manera posible, en un segundo tienes que decidir, siempre viendo al portero. A partir de ahí hay que intentar ser lo más preciso posible, pero la satisfacción es marcar de cualquier manera, la adrenalina que te genera el gol es algo único. Por suerte juego con dos estilos que favorecen que el delantero tenga ocasiones, en el Villarreal nos parecemos a la selección en el sentido de que nos gusta tener el balón, eso hace que tengas muchas más llegadas al área. Tengo compañeros que me dejan en buenas situaciones para marcar.

P. España presiona muy arriba, ¿se siente más cómodo cuando atacan nada más robar o en ataque estático?

R. Hay muchas selecciones que por nuestra forma de jugar nos aguantan más, nos esperan replegaditos. A mí me gusta el balón y cuando no lo tenemos intentar recuperarlo rápido. Creo que al final el éxito también pasa por ahí, cuando no tenemos la pelota ser un equipo presionante e incómodo para los rivales.

P. Le gusta hacer muchas referencias al fútbol callejero. ¿Qué le enseñó?

R. La pillería, el intentar resolver situaciones que no te encuentras en la cantera de un club. Eso es porque has jugado muchas horas en la calle. Yo estaba todo el día en los campos del colegio o en sitios donde, si no había porterías, poníamos camisetas como postes.

P. Su padre jugó en la cantera del Barcelona, ¿qué tipo de delantero era?

R. Yo era muy pequeño y me hubiera gustado tener mucho más recuerdos de él como jugador. A él y a mi madre les debo todo. Mi padre se quedó en Tercera y cuando yo tuve que abandonar el cadete B del Espanyol, que parecía que se acababa un sueño, ellos hicieron que lo asumiera con naturalidad y me llevaron por el camino correcto. Tanto mi hermano como yo, que era mediapunta, nos hemos fijado en mi padre. Mi hermano tenía más calidad, yo desde pequeño he sido delantero centro.

P. ¿Es una mezcla de su padre y de su hermano?

R. Quizá ahora sí, me gusta esa posición de mediapunta, poder recibir y asociarme, me siento cómodo. Estos últimos años mi juego ha evolucionado al salir del área y buscar esos espacios. Quique Sánchez Flores fue el primero que me hizo jugar de mediapunta escorado a la derecha y empecé a hacer cosas que no hacía habitualmente y a soltarme más. Al final el jugador lo que quiere es tocar el balón, me encanta ayudar en la salida de pelota del equipo o estar en zonas libres para recibir. Intento crecer. Si echo la vista atrás soy mejor jugador que hace cinco o seis años e intentaré ser mejor dentro de dos o tres.

P. ¿El diente roto que hasta hace poco lucía delataba a un jugador fino y de pelea?

R. Soy un delantero trabajador en defensa y en ataque, soy responsable con lo que me toca aportar en defensa. Intentas estar metido en el partido, Quique Sánchez Flores me dijo algo que me ha marcado mucho, y es que también hay que disfrutar cuando no tienes el balón. Al jugador no le gusta defender, pero hacerlo bien o ver a un equipo recuperar la pelota con la presión también es beneficioso. Esto también me lo dice ahora Emery.

P. ¿Es cierto lo que dicen en el Villarreal de que ahora tiene una mentalidad más fuerte?

R. Eso te lo dan los años, la experiencia, soy más maduro y he vivido situaciones en las que antes no tenía experiencia.

P. ¿Esa mentalidad ha sido fundamental para que lleve marcados 12 penaltis consecutivos?

R. Seguro, cuando juegas con confianza y el estado anímico es el óptimo, estás más suelto. Tengo esa confianza para tirar los penaltis, pero sabiendo cómo va esto para cuando falle no comerme la cabeza pensando que el siguiente lo vas a fallar también porque eso ya lo he pasado. Ahora trato de tener la mente libre cuando voy a lanzar.

P. Incluso los tira con paradiña.

R. He cambiado un poco, antes lo chutaba con menos paradiña. En el Espanyol y en la primera temporada en el Villarreal no estaba siendo tan efectivo y he intentado mejorar. El portero intenta jugar sus cartas, aguantar, es una batalla en la que tienes que ir por delante.

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