Lamine Yamal es la estrella emergente de la Euro: se mide con Zidane y baila como Neymar

Vestido con el chándal retro de España, ese que homenajea la ropa que usaba la Federación en la Eurocopa de 1996 y que cuenta con el escudo inspirado en la obra de Joan Miró, Mounir Nasroui, padre de Lamine Yamal, caminaba por el centro de Colonia. “Esta ropa la llevan los que saben”, comentó, entre risas. Lo acompañaba su sobrino, que en Barcelona ejerce de chófer de la perla azulgrana (todavía no puede conducir) y una persona de su confianza. La madre de Lamine, Sheila Ebana, fue directamente al hotel donde estaba concentrada la Roja. Los dos, en cualquier caso, presentes en el estadio para ver al niño sensación de la Eurocopa. “¿Cuántos jugadores han hecho lo que está haciendo mi hijo a esa edad?”, le cuestionó Mounir Nasroui a la gente de su entorno. La respuesta era retórica: nadie. A punto de cumplir 17 años –lo hará el 13 de julio–, Lamine Yamal ha roto todos los récords de precocidad en Alemania. Le falta el gol, por ahora.

“Lamine ha tenido muchas ocasiones, no ha podido convertir. Se lo está guardando para Alemania”, sostuvo Rodri. Lamine Yamal es el jugador de España que más oportunidades ha creado en la Eurocopa: 11. “Hay que mantener los pies en el suelo con Lamine”, pidió Luis De la Fuente. “Ha hecho un gran partido, pero estoy seguro de que lo va a hacer mejor”, añadió el seleccionador de España. Ante Georgia, el 17 firmó una planilla con siete disparos y seis ocasiones creadas. Solo hay otro jugador que generó más de cinco tiros y creó más de cinco oportunidades en un partido en la historia de la Euro: Zinedine Zidane ante Inglaterra en 2004: seis y seis.

“Le ha faltado en determinados momentos más pausa en el uno contra uno. Encara con mucha seguridad, le ha faltado un poco de tranquilidad”, completó De la Fuente. En Alemania, Lamine ha intentado 25 regates, 11 con éxito. Tiene la mejor marca de la Roja, lo sigue su amigo Nico Williams con 24 (nueve). El delantero del Athletic, sin embargo, ya se estrenó en la red. Un problema para Yamal. “Esta semana creo que me va a tener que aguantar porque él no ha metido”, comentó, en broma, Nico Williams; “espero que a la próxima él me pueda callar a mí. Nos retamos uno a otro y vamos complementándonos muy bien, y bueno, ojalá lo hagamos muy bien”. La respuesta de Lamine no tardó en llegar. “Va a estar un poco pesado. Ya le he dicho que no empiece”, se arrancó el delantero del Barcelona. Y, ya sin guasa, remató: “No, estoy muy contento por él y porque haya marcado”.

La complicidad entre Yamal y Williams se traduce en la alegría de la Roja. “Nos contagian de su juventud y de su inocencia”, celebró Rodri. Nada más terminar el partido ante Georgia, Nico y Lamine se desafiaron a un piedra, papel, tijera para ganarse el derecho a beber agua de una botella. ¿El ganador? Williams, que bebió primero. “Si eso les permite estar alegres y desarrollar su mejor fútbol, bienvenido. Han hecho un gran partido, son dos piezas importantes”, completó Rodri. “No me quiere dar el botellín de agua. Siempre lo hacemos así, lo echamos a suerte”, explicó el delantero curtido en Lezama.

Del juego al baile, Lamine y Nico homenajearon a uno de sus ídolos en Colonia. “Miraba vídeos en YouTube de Neymar y Cristiano Ronaldo”, recuerda Williams. “Me gustaría jugar con Neymar”, cuenta Lamine. Tras la diana de Nico, ambos se juntaron para recrear la ya histórica coreografía del brasileño con la camiseta del Santos: el de la canción de Tchu tcha tcha de Flavel & Neto. “Es un sueño hecho realidad, todo niño quiere jugar una Eurocopa y meter un gol con la selección”, expuso Williams. Ahora, falta el grito de Lamine. En la agenda: Alemania, el próximo viernes en Stuttgart. Pelean por ganarse un lugar entre los cuatro mejores equipo de la Eurocopa.

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