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Ana Alonso y Oriol Cardona ganan la última cita de la Copa del Mundo de relevos mixtos y se llevan también la general

A falta de una prueba para el final de la temporada, Iñigo Martínez de Albornoz y Ot Ferrer siguen buscando la última plaza para los Juegos de invierno de 2026

Ana Alonso espera el relevo de Oriol Cardona en la cita de Villars.
Óscar Gogorza

En Villars, Suiza, luce el sol, se refleja en la nieve y el ambiente es más de playa que de Copa del Mundo de esquí de montaña. No solo sube la temperatura al ritmo de la primavera recién estrenada, también lo hace en el seno del equipo español de skimo que ya tiene a Ana Alonso y a Oriol Cardona clasificados para los Juegos de invierno de Milano-Cortina 2026, y espera clasificar al menos a otro hombre y una mujer más. Oriol y Ana participarán en el relevo mixto (solo accede una pareja por país) y en la prueba individual de sprint. Pero, además, el joven Ot Ferrer (23 años) y el veterano Iñigo Martínez de Albornoz (28 años) se miran de reojo, hacen cálculos, suman puntos y se acercan al desenlace de la temporada avanzando a codazos. Los dos aspiran a una plaza olímpica. El próximo 12 de abril se despide la Copa del Mundo de la disciplina de sprint en Tromso, Noruega, cita importantísima pero no decisiva: la primera cita de la Copa del Mundo del próximo mes de diciembre también otorga puntos en el ranking mundial y resultará crucial. Ni Ot ni Iñigo podrán desconectar en verano. “Bueno, yo sí que espero hacerlo: seguiré acudiendo al gimnasio, montando en bici, pero también espero poder disfrutar de buenas olas y buenas jornadas de surf”, ríe Iñigo, ingeniero en el Wave Garden de Aizarnazabal (Gipuzkoa) y sus famosas olas artificiales.

Aún quedan lejos los días de playa. El pasado viernes, en el sprint de Villars, la sorpresa fue no ver a Oriol Cardona en lo más alto del podio. Afectado por problemas gástricos, el catalán no obtuvo el pase a la final, circunstancia inédita desde la cita de Azerbaiyán. Sí estuve entre los seis mejores del mundo Iñigo Martínez, finalmente cuarto y en una excelente dinámica. “Es mi temporada más sólida, y eso pese a que el nivel general ha crecido una barbaridad tras el anuncio del estreno olímpico. Solo me ha faltado algo de fortuna en determinados momentos de la temporada, pero tras entrenar en Sierra Nevada voy a acabar muy fuerte la temporada y espero estar a tope en la despedida de Noruega”, explica el esquiador vasco. En esta ocasión Ot Ferrer no logró colarse en una final en la que prácticamente suele tener un lugar reservado y ahora apenas unos puntos le separan de su compañero Iñigo.

En categoría femenina, la española mejor clasificada es Marta García, que no compitió el viernes y que lo apuesta todo a la cita de Tromso y al próximo mes de diciembre: de lograr el sueño olímpico dibujaría un epílogo brillante para una trayectoria impecable.

El sábado, Ana Alonso y Oriol Cardona, recuperado de sus dolencias, sellaron su tercera victoria en cinco mangas de la Copa del Mundo de relevos mixtos, lo que les permitió llevarse la clasificación general y refrendar su favoritismo de cara a los Juegos. Sin la presencia de la todopoderosa esquiadora francesa Emily Harrop, Ana Alonso arrancó la prueba mandando desde el primer metro y entregando un relevo perfecto a Oriol que solo tenía que gestionar una ventaja de ocho segundos. Las dos últimas transiciones se le complicaron al catalán, algo inusual. De normal, Cardona es pura eficacia y velocidad en los cambios de pieles, pero en Villars el equipo suizo estuvo a un segundo de robarle la victoria. “Hay veces en las que la fijación delantera se niega a cerrarse sobre la bota y cada segundo que pasas con la cabeza agachada y el corazón a tope de pulsaciones sientes que el ácido láctico te inunda el cerebro y lo haces todo al revés”, ríe Iñigo Martínez. “Por mucho que lo entrenes y lo tengas interiorizado, el gesto de los cambios a veces te traiciona de forma inesperada y te hace perder una carrera o varios puestos”, confía. Es precisamente la combinación de esfuerzo explosivo, descenso al límite y delicadeza y precisión en las transiciones lo que hace de las pruebas olímpicas de skimo un espectáculo adictivo. “Los Juegos serán un día, una carrera, nada más… pero todos aspiramos a estar por mucho que queramos relativizar y quitarle importancia”, confiesa Iñigo. El verano va a resultar muy largo en su caso y en el de Ot Ferrer.

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Sobre la firma

Óscar Gogorza
Periodista especializado en actividades de montaña y escalada, escribe para EL PAÍS desde 1998. Coordina el blog 'El Montañista'. Dirigió la revista' CampoBase' durante una década y es guía de alta montaña UIAGM.

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