El Dakar mira a Lategan y ve más cerca que nunca el relevo generacional a los Sainz, Peterhansel y compañía

Hace tiempo que el Rally Dakar busca al heredero de los tótems de los últimos tiempos. La ausencia de Stéphane Peterhansel, ganador de 14 ediciones de la prueba, y la retirada de Carlos Sainz, cuatro veces triunfador, a las primeras de cambio en la edición de 2025 han allanado el camino para los numerosos candidatos a la corona más preciada de los rally-raid.

Con otra victoria de etapa en la octava especial de la prueba, Henk Lategan, un sudafricano de 30 años que compite con Toyota, sigue convencido de que él puede romper la estadística de la última década. Desde 2015, el rally más duro del planeta se lo han repartido entre Peterhansel, Sainz y Nasser Al-Attiyah, el único que resiste en carrera a estas alturas de la película. El catarí de 54 años, ganador de cinco trofeos ‘Touaregs’, está a más de media hora del líder después de ceder más de 10 minutos en los 487 kilómetros cronometrados entre Al Duwadimi y Riyadh, la capital de Arabia Saudí.

“Seguimos en la lucha, quedan cuatro días y veremos. A veces tienes suerte, otras no. Lo importante es que estamos aquí”, se resignaba el único favorito a la victoria vivo en carrera. Otros sospechosos habituales como Sébastien Loeb y Nani Roma hace días que están también descartados para llevarse el premio gordo. En otra jornada en que la navegación volvió a ser complicada, nadie terminó del todo contento. Los pilotos sortearon algunas dunas notables en el recorrido, también rocas contundentes y bien capaces de amenazar la salud de los neumáticos. A pesar de sufrir un pinchazo y tener una breve confusión con el libro de ruta en un cañón angosto, Lategan no solo salvó otro día al frente del Dakar —y ya van seis—, sino que se llevó su segunda especial en la edición de 2025, la cuarta de su trayectoria, con un tiempo de 4h51m54s.

Hijo de un piloto de competición multidisciplinar, Lategan heredó la pasión de su padre Hein por el deporte de motor y, en concreto, los rallies. Ambos formaron dupla cuando Henk tenía 15 años, con el progenitor ejerciendo de copiloto en sus primeros pasos. En menos de una década, el chaval se convirtió en el campeón sudafricano de rally-raids más joven de la historia, superando en el certamen a una leyenda de la disciplina como Giniel de Villiers, único ganador del Dakar procedente del continente africano. El actual líder del rally ha experimentado la mejor y la peor cara de la carrera en sus cuatro participaciones: debutó en 2021 con un accidente y lesión grave en la quinta etapa, y el mismo contratiempo en el hombro evitó que corriera la edición de 2024 y estuviera seis meses en el dique seco.

En 2023, Lategan había firmado su mejor resultado en la general, con una quinta plaza de mérito, un año después de haber logrado sus dos primeras victorias de etapa. “El nivel está muy alto, pero nos hemos preparado mejor que nunca. Sentimos que podemos apretar y demostrar de lo que somos capaces”, contaba desde el campamento de Bisha, antes de arrancar el rally. “Cada año hemos aprendido lecciones importantes, y ahora se trata de juntar todos los elementos en una carrera completa. El Dakar es mu exigente a nivel mental, y no cometer errores es muy difícil”, avisaba. Quedan todavía cuatro especiales y jamás cantaría victoria antes de tiempo, pero la competición le sonríe por ahora. Su compañero de equipo, el multimillonario saudí Yazeed Al Rajhi, le pisa los talones a menos de seis minutos en la tabla.

Desde 2004, fecha del primer entorchado en coches de Peterhansel —después de amasar seis en moto—, solo tres pilotos han conseguido derrotar a los veteranos multicampeones del Dakar: Luc Alphand (2006), De Villiers (2009) y Nani Roma (2014). Esta situación preocupaba bastante a ASO, la promotora francesa de la competición. Su director, David Castera, lleva varios años insistiendo en la importancia de encontrar a nuevas figuras y referentes en la categoría de cuatro ruedas. “Tenemos algunos pilotos que están casi jubilados, y lo que más me gusta es ver llegar a los jóvenes. Aunque se van los viejos, llegan los jóvenes, un hecho muy relevante de cara al futuro”, comentaba el expiloto francés a EL PAÍS antes del arranque del rally.

Además del papel de Lategan, Castera quiso destacar otras figuras prominentes de esta nueva generación de pilotos punteros. “Hay una nueva generación que tiene menos de 30-35 años, y hace mucho que no veíamos eso. Hemos visto a Cristina Gutiérrez destacar, además de lo que implica tener a una mujer en un equipo oficial como Dacia, también a Mitch Guthrie Jr. en Ford, Guillaume de Mevius en Mini y Seth Quintero y Lucas Moraes en Toyota”, señalaba el dirigente.

En categoría de motos, la octava etapa mantuvo el guion de toda la carrera, un tira y afloja entre el líder Daniel Sanders (KTM) y el principal aspirante, el español Tosha Schareina (Honda). El piloto valenciano de 29 años rozó el triunfo de etapa —que se llevó Luciano Benavides (KTM) con un tiempo de 4h50m46s— y le recortó más de cuatro minutos al australiano, que cuenta todavía con más de diez minutos de margen en la clasificación general. El estadounidense Ricky Brabec, defensor de la corona y quinto clasificado a más de media hora en la tabla de tiempos, avanzó que las etapas del martes y el miércoles pueden ser decisivas: “Creo que la carrera quedará sentenciada al término de la décima etapa, los últimos días no contarán”.