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El soldado Kim provoca la batalla más grande

Bayern, City, United se disputan el fichaje de Min-jae Kim, el central del Nápoles, que hace el servicio militar en Corea

Min-Jae Kim le arrebata un balón a Cristian Kouame, durante un Nápoles-Fiorentina
Min-Jae Kim le arrebata un balón a Cristian Kouame, durante un Nápoles-Fiorentina de la Serie A.Franco Romano (NurPhoto via Getty Images)
Diego Torres

Cuando le vio aparecer por Castel Volturno hace casi un año, su nuevo entrenador, Luciano Spalletti, debió de pensar que no sobreviviría sin un tutorial. Un muchacho nacido en Tonyeong, pueblo enclavado entre dos murallas de piedra en un brazo de mar en el extremo sur de la península de Corea, defensa de 25 años procedente del Fenerbahçe previo paso por el Guoang de Pekín... necesitaba un cursillo introductorio. A modo de bienvenida, Luciano Spalletti le entregó un vídeo con conceptos básicos de la defensa del Nápoles. El típico documento que muchos futbolistas traspapelan. Motivo de estupor cuando dos días más tarde, el técnico se lo encontró en el pasillo que conducía al vestuario, solo y ensimismado, repitiendo como un poseso las tres palabras italianas que sintetizaban la disposición mental exigida a sus centrales cuando llevaban la línea al círculo central y del duelo repentino con el atacante en campo abierto dependía toda la estabilidad del equipo:sali, scappa, fermo, sali, scappa, fermo, sali, scappa fermo...”. Sale, corre, cierro...

”En ese momento descubrí el carácter de Min-jae Kim”, contó Spalletti días más tarde, cuando los hinchas de la Serie A comenzaban a apodarle Il Mostro. “Sus progresos han sido tan grandes que me gustaría ver en qué se ha convertido en un año o en tres”.

Hoy las consultoras que asisten a los grandes clubes y tasan futbolistas en el mercado de derechos de imagen coinciden en que la transformación del coreano es inequívoca. Con solo 26 años, Kim se sienta en el trono del mejor defensa central del mundo. Por condiciones manifiestas y por proyección. Lo piensa el Manchester City, el Manchester United, el Bayern de Múnich, el PSG, el Newcastle y el Chelsea, principales interesados en ficharle en una puja de la que se han retirado el City y el Chelsea, que no quieren pagar el salario que están dispuestos a darle el resto.

Es la batalla más grande que se ha registrado por la contratación de un defensa. Los salarios que le ofrecen alcanzan cifras récord. Esta semana la delantera la tomó el Bayern, que le pone sobre la mesa un contrato de cinco años a razón de más de 12 millones netos por temporada, según indica un agente implicado en la operación. El Newcastle le ofrece 14, pero al futbolista lo seduce el cortejo del club alemán. Su decisión inicial de fichar por el United se ha suspendido.

“Hay mucha gente que piensa que Kim cambiará el juego y que cambiará el equilibrio de poder en la mesa de la Champions”, dice un analista que trabaja en la Premier, para explicar el furor.

La anticipación —el arte de adivinar el sentido del ataque rival— es la gran virtud de Kim. También es la primera cualidad que buscan en sus defensas los clubes más grandes, ya que para resistir metidos en su área no se suelen construir los equipos ganadores. Los equipos que aspiran a mandar en la Champions seleccionan a sus zagueros por su visión y por su poderío físico en la acción directa lejos de su área. Kim es un búfalo en el cuerpeo con el delantero, pero no necesita chocar —tiene un promedio de una falta por partido en nueve jornadas de Champions— porque ve la acción antes de que se produzca. En esto su poder se eleva al cuadrado. Los mejores anticipadores saben distinguir si el delantero, después de recibir la pelota, saldrá por su derecha o por su izquierda. El siguiente escalón corresponde a unos pocos elegidos: los que no solo saben anticipar al delantero después del contacto con la pelota, para robársela, sino que directamente interceptan el pase. Basta seguir cualquier partido de Kim para verle cortar la trayectoria del balón cuando rueda desde la bota del centrocampista a la bota del delantero, que nunca lo recibe. A veces lo hace hasta tres veces por partido. La intuición suprema ejecutada a toda velocidad y con máxima sensibilidad en el control, algo que dio fama a Franz Beckenbauer hace medio siglo y que nadie fue capaz de repetir del mismo modo, lo replica Kim en un contexto más difícil. Hoy los centrocampistas esconden más las intenciones y los delanteros no esperan tanto el balón al pie.

“En los partidos hace veinte cosas increíbles”, dijo Spalletti. “Es el central más fuerte del mundo. Le das una instrucción, la codifica, y después va a la guerra”.

Cláusula de 45 millones

Estas habilidades hacen que la tasación del futbolista parta de un precio de salida de 100 millones de euros. Un caso único para un defensa. Lo que nunca imaginó Aurelio de Laurentiis. El presidente del Nápoles, que le fichó por 18 millones en 2022, y le puso una cláusula liberatoria de 45 millones por si alguien le quería entre junio y julio de 2023. Ahora el pago de la cláusula resulta una ganga. Bajo el criterio de los directores deportivos, compensa pagarle un salario récord si eso sirve para atraer al jugador.

Los clubes más ricos se han cebado y la decisión del futbolista los ha dejado perplejos. Porque Kim, ante nada, ha elegido dedicar el verano a cumplir con el servicio militar en Corea del Sur, en lugar de esperar a una ocasión más propicia, pues tiene plazo hasta los 28 años. Un deber que para los ciudadanos corrientes se extiende durante 21 meses y que para los deportistas de elite como él, que acreditan éxitos internacionales —medalla de oro en los Juegos de Asia de 2018— se puede comprimir en una milicia de tres semanas. El verano perfecto.

Sus colegas se distienden entre Ibiza y Mikonos y el central más solicitado del planeta se acuartela en Nonsan, centro de adiestramiento básico del Ejército de Tierra. Primera semana, instrucción básica; segunda, manipulación de pistola y fusil; tercera, marchas de 20 kilómetros con mochila reglamentaria.

Min-jae Kim se relaja en la selva mientras su tutor, Luciano Spalletti, se toma un año sabático. El entrenador no quiso dañar su prestigio quedándose al frente de un equipo que declina, cuando se enteró de que el Nápoles vendería a Il Mostro.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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